MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
Los grupos parlamentarios manifestaron este martes su intención de votar en contra de la enmienda a la totalidad presentada por Vox al proyecto de Ley de transparencia e integridad de las actividades de los grupos de interés, lo que permitirá proseguir con su tramitación, pero advirtieron al Gobierno de que tendrá que mejorar la norma para conseguir el respaldo de la Cámara.
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, defendió ante el Hemiciclo que este proyecto de ley busca “abrir todavía más los despachos” para regular el papel de los lobbies y grupos de influencia, además de dotar de “mayor transparencia e integridad” al país.
“Más de 9.000 organizaciones están operando ya en España. Creo que ha llegado la hora de que los grupos de interés tengan unas normas del juego clara”, agregó en su intervención.
López solicitó al resto de formaciones que votaran en contra de la enmienda de Vox para que la ley pueda seguir su tramitación en el Congreso de los Diputados. Además, señaló que “no es casualidad” que la formación de Santiago Abascal “quiera votar esta ley” y que aboguen por denominar grupos de interés a los partidos políticos, las organizaciones empresariales y los sindicatos, todos ellos amparados por la Constitución.
“Quizá lo escriben pensando en su partido, en la Fundación Disenso o en su sindicato Solidaridad. Todos incompatibles con la transparencia”, recalcó López.
En su turno de palabra, el diputado de Vox José María Sánchez acusó al ministro de ser “una mentira podrida” y agregó que el Gobierno “miente siempre y en todo”. Sánchez centró la primera parte de su intervención en interpelar al Gobierno y en aludir al presidente, Pedro Sánchez, hasta el punto de que la presidenta del Congreso, Francia Armengol, tuvo que recordarle que se encontraban en un debate de totalidad y no en una sesión de control.
El diputado de Vox agregó entonces que el proyecto de ley “no merece ningún crédito porque pretende regular lobbies en función de la influencia” y agregó que el PSOE no puede hablar de transparencia ni de integridad porque “es un partido muy corrupto”.
RECHAZO A LA ENMIENDA DE VOX
El diputado Néstor Rego, del BNG, manifestó el rechazo de su formación a la enmienda de Vox, “porque no está motivada por motivos democráticos”, sino que “intenta deslegitimizar” las instituciones. “Es una cortina de humo para ocultar sus intereses, que es amparar a los grandes grupos económicos a los que representa”, agregó.
No obstante, Rego se mostró crítico con el texto que presentó el Gobierno, que “sigue siendo una propuesta lastrada por algunas incongruencias” y puede “reforzar los lobbies”. Además, apuntó que algunos de los principales lobistas “son exministros, exdiputados y exaltos cargos del bipartidismo tradicional”.
“Los lobbies no deben participar en la política nunca. Eso es pervertir las instituciones aún más y por eso el BNG es más prohibicionista que regulacionista”, recalcó en su turno de fijación de posiciones, y lamentó el concepto genérico de grupos de interés en el que el texto del proyecto incluye tanto a empresas del Ibex 35 como a asociaciones de jubilados o grupos vecinales. “O hay cambios importantes, o no contará con el apoyo del BNG”, añadió.
Desde Podemos, la diputada Martina Velarde aludió a la “financiación ilegal” de Vox e insistió en que la enmienda a la totalidad buscaba que “no se controle a la Fundación Disenso”. En cuanto al proyecto de ley en sí, señaló que es “deseable” porque España está “muy por detrás” que otros países del entorno en esta materia.
Vox también se encontró con el rechazo del PNV a su enmienda a la totalidad. El diputado Mikel Legarda trasladó que su formación “no considera suficientes” las razones que Vox exponía, que, como mucho, podría haber presentado como “enmiendas parciales”. Además, recomendó a Sánchez que se lea bien los informes antes de presentar enmiendas, para que pueda encontrar en ellos “argumentos más sólidos”, en lugar de presentar razones “inconsistentes”.
A lo largo del turno de fijación de posiciones, el resto de las formaciones también fueron oponiéndose a la enmienda de Vox. El diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro expresó que votarían en contra porque su propuesta “va en contra del sentido de los tiempos”.
ERC también fue uno de los partidos que avisó a López de que tendría que mejorar la ley para contar con su voto. Álvaro manifestó su temor ante la posibilidad de que la regulación de los lobbies y los grupos de influencia se convierta, en realidad, “en una coartada para no hacer nada”. “Vamos a ser muy severos en la tramitación de la ley”, advirtió.
También se sumó al rechazo Sumar. Su diputado Francisco Sierra acusó a Vox de “trabajar más bien poco”, a pesar de sus 33 diputados, y de presentar discursos “planos y sin consistencia”, después de las críticas que Sánchez había lanzado contra el Gobierno. “Los partidos del orden reinante no quieren ni oír hablar de la forma de organización del Estado”, espetó a los de Abascal, y se mostró partidario de “modernizar la democracia” y dejar atrás “las opacidades y cajas negras de las políticas públicas”.
Desde el PSOE, el diputado José Luis Aceves salió en defensa de su partido tras las críticas del parlamentario de Vox, al que acusó de hacer “una intervención lamentable, sin decoro parlamentario y sin respeto”. “Vox, en su cruzada fascistoide, sólo descarga odio y falacias, es exclusivamente lo que hace”, incidió. El PSOE también se posicionó en contra de la enmienda a la totalidad.
Al margen de la intervención de Vox, el diputado socialista recalcó que el proyecto de ley del Gobierno es necesario para “regular con transparencia”, de acuerdo con estándares internacionales y como ya hacen otros países del entorno.
EL GOBIERNO “MÁS LOBISTA” DE LA HISTORIA
El diputado del PP Ángel Ibáñez aseguró que su partido está “completamente de acuerdo con que se regule la actividad de los grupos de interés” y “alineada con todos los organismos internacionales que insisten en dar pasos decididos en esta materia”.
Ibáñez mostró su sorpresa con la “celeridad inusitada” del Gobierno y, al contrario que el resto de las formaciones, no criticó a Vox sino que se dirigió al Ejecutivo. “Este país está bajando escalones en calidad democrática en un modo tan acelerado como preocupante”, dijo. “El Gobierno está más ocupado en su propio interés que en regular la actividad de los grupos de interés”, denunció.
Además, censuró que, según establece el proyecto de ley, el encargado de elegir al director de la Oficina de Conflictos de Intereses será el Consejo de Ministros, a propuesta del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública. “Ponen al zorro a cuidar el gallinero”, señaló Ibáñez, al tiempo que se refirió al Ejecutivo como “el más lobista de la historia”. El diputado del PP también instó al Gobierno a “dar la cara y presentar presupuestos”.
RETIRADA DE INSULTOS
La diputada del PSOE Montse Mínguez pidió a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, “que se retiren todos los insultos” del Diario de Sesiones, lo que, a su juicio, implicaba retirar todo el discurso.
Además de señalar que “el Gobierno miente siempre y en todo”, que son unos “mentirosos compulsivos”, que la trayectoria de López es “una mentira podrida” y que el PSOE es “un partido muy corrupto”, el diputado de Vox también había recomendado al ministro calmarse, al ser posible, “en una consulta médica”.
López, que a su vez estaba pidiendo al diputado de Vox calma y moderación en el tono, tomó la palabra tras el debate para incidir en que “los insultos solo son reflejo de la pobreza intelectual de quien los profiere”.
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