MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La cautela ha dominado las primeras reacciones de los gobiernos europeos tras el fallecimiento del líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, pese a las “dudas” que suscita la posible participación de autoridades rusas en lo que, por ahora, oficialmente se sigue considerando como un accidente aéreo.
El portavoz del Gobierno galo, Olivier Verán, ha admitido en declaraciones a la cadena France 2 que existen “dudas razonables” sobre lo ocurrido, habida cuenta de los lazos mantenidos durante años entre Prigozhin y el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“En principio”, coincide con las valoraciones ya planteadas el miércoles por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien apuntó que hay pocas cosas de este calibre que puedan suceder en Rusia sin que Putin esté al tanto. La Casa Blanca reconoció que no estaba “sorprendida” por lo ocurrido.
Por su parte, la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha abogado por no sacar “conclusiones rápidas”, aunque igualmente ha incidido en que la “dictadura” rusa se construye “sobre la violencia”, como ha quedado de manifiesto en los últimos años.
“Miembros de la oposición, periodistas, gente corriente se han caído por la ventana o han sido envenenados”, ha afirmado en una entrevista radiofónica recogida por la agencia de noticias DPA.
En Reino Unido, fuentes de Defensa consultadas por la radiotelevisión pública BBC identifican al Servicio Federal de Seguridad (FSB), la agencia de Inteligencia interna, como el principal sospechoso de la muerte de Prigozhin, que viajaba junto a otras nueve personas que también perdieron la vida.
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