MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Diferentes expertos han alertado de los “bulos” que, a su juicio, rodean a la ganadería y han destacado la importancia que tiene la ciencia en este campo, por lo que han reclamado que “se necesitan más estudios para que España legisle con datos propios y no con información de otros países”.
Así lo han puesto de manifiesto durante la jornada ‘Desmontando mitos sobre la ganadería: la ciencia al servicio de la verdad’, celebrada este viernes en Madrid e impulsada por la iniciativa ‘Somos Ganadería’, formada por una alianza de organizaciones de sectores afines relacionados con la ganadería, unidas para intercambiar información sobre temas de comunicación relacionados con el trabajo de este sector en España.
En la inauguración, el director de Anprogapor y coordinador de ‘Somos Ganadería’, Miguel Ángel Higuera, ha advertido sobre el impacto de las noticias falsas en la sociedad y ha destacado que, según datos de la Comisión Europea, el 83% de la población considera que la desinformación es “una amenaza para la democracia”. Además, en alusión a estos datos, ha señalado que el 63% de los jóvenes se enfrenta a noticias falsas más de una vez a la semana.
Al inicio del acto ha estado acompañado de la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura y Alimentación, Ana Rodríguez Castaño, quien ha resaltado la importancia estratégica de la ganadería española y ha destacado su capacidad de adaptación y su posición como tercera productora de la Unión Europea, por detrás de Alemania y Francia, con un volumen superior a los 28.000 millones de euros.
Además, durante su participación en la jornada, ha enfatizado el esfuerzo que realizan los ganaderos para cumplir con las demandas sociales en materia de sanidad, medio ambiente y bienestar animal. También ha subrayado “el alto estatus sanitario” de la cabaña ganadera española y el papel que tiene para combatir la despoblación rural y ofrecer proteínas de calidad a precios accesibles.
Rodríguez ha especificado que el criterio científico es “imprescindible” para la regulación del sector, “donde se requiere no solo la máxima garantía técnica, sino una completa evaluación de impacto que incluya las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de las medidas a adoptar”.
En este contexto, la secretaria general ha explicado que uno de los ejes principales de la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA) es el referido a la información alimentaria que llega al consumidor, que juegan un papel crucial en el sistema alimentario, ya que sus decisiones de compra determinan qué productos tienen éxito y cómo evoluciona el mercado.
Precisamente, la ENA recoge algunas medidas fundamentales en este asunto, como la mejora del etiquetado de los productos, asegurar la información y transparencia en los puntos de comercialización, promover la educación a través de campañas de sensibilización para mejorar la reputación de los productos agroalimentarios o asegurar la veracidad de la información para que los consumidores dispongan de datos reales que no conduzcan a errores ni confusiones.
En una mesa redonda posterior, moderada por la gerente de Asoprovac, Matilde Moro, han incidido en estas ideas el profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), José Miguel Mulet; el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSEAMN) y director del Máster en Ganadería de Precisión de la UPV, Fernando Estellé y el investigador del programa de bienestar animal del IRTA y coordinador de la Welfare Quality Network, Antoni Dalmau.
“Se necesitan más estudios adaptados a nuestras condiciones para que España legisle con datos propios y no con información de otros países”, ha sostenido Dalmau, quien ha puesto de ejemplo un estudio hecho en República Checa que dice “que los conejos no se pueden transportar a más de 20 grados”. “Pero llevar esto a la práctica en España es complicado”, ha precisado.
Además, junto con el resto de ponentes, ha coincidido en la necesidad de mejorar la comunicación de la realidad del sector y aclarar los “bulos” que rodean a la ganadería. Al respecto, Mulet ha destacado que “en la ciencia, la verdad se construye sobre evidencia reproducible. Si algo no tiene respaldo en datos, no puede considerarse cierto”. Por todo ello, ha destacado la importancia de la publicación científica. “Si se quiere que la verdad prevalezca, la ciencia tiene que ser accesible y comprensible para todos”, ha argumentado.
“ES NECESARIO QUE LOS GANADEROS HABLEN MÁS DE SU TRABAJO”
Asimismo, ha considerado que “es necesario que los ganaderos hablen más sobre su trabajo y expliquen cómo cuidan de sus animales. No pueden dejar que otros cuenten su historia por ellos”.
Los ponentes también han abordado otras cuestiones del sector como el bienestar animal. En este punto, Dalmau ha destacado que “se han logrado mejoras significativas en alojamiento, sanidad y nutrición en la ganadería intensiva”, pero ha señalado que “los sistemas de etiquetado pueden ser engañosos si solo clasifican los métodos de producción y no el bienestar real del animal”.
Además, ha defendido un enfoque basado en la evaluación del estado de los animales, en lugar de juicios generales sobre el sistema productivo. “No se puede asumir que un modelo es mejor que otro sin analizar la calidad de vida real de los animales”, ha razonado.
Respecto a los avances en bioseguridad dentro de las granjas, ha afirmado que la implementación de protocolos más estrictos “ha permitido reducir el uso de antibióticos sin comprometer la salud animal”. En cualquier caso, ha defendido que “el bienestar animal no se puede medir solo por el sistema de producción”. “No podemos asumir que un animal en exterior está mejor que uno en interior sin evaluar sus condiciones reales”, ha advertido.
Mientras, Estellés ha destacado “el papel clave” de la biotecnología en materia de seguridad alimentaria porque, como ha argumentado, “se puede mejorar la resistencia de los animales a enfermedades sin recurrir a antibióticos y aumentar la eficiencia en la conversión alimenticia, lo que reduciría el impacto ambiental”.
También ha hecho alusión a los avances que se han logrado en materia de alimentación, al mejorar “la formulación de piensos para garantizar una nutrición equilibrada y reducir problemas de salud como la acidosis en rumiantes o el sobrepeso en porcino”.
Por su parte, Mulet ha destacado que “Europa ha frenado avances como la edición genética con CRISPR, a pesar de que países como Estados Unidos, Japón y Canadá ya han regulado su aplicación”. “El desarrollo de nuevas variedades animales con mejores características productivas es un paso inevitable”, ha vaticinado.
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