MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet) asegura que la actual temporada “arroja unos resultados muy positivos” al conseguir que en lo que va de año haya “un aumento de festejos del 7,25% con respecto a 2023 y del 3,95% con respecto a 2022”.
Esta es una de las conclusiones de la estadística facilitada a Servimedia por esta organización, que concreta que en este curso taurino “la evolución de festejos se situaba por encima de los años anteriores” ya desde el pasado mes de junio.
“Si la tendencia continúa como hasta el momento, podremos terminar la temporada 2024 con mejores resultados que en 2022, aunque tendremos que esperar cómo se comportan los meses de septiembre y octubre”, indicaron desde Anoet, cuya información está auditada por Aenor.
Según el balance anual de esta organización, que representa a la patronal taurina del 75% de las plazas de primera y segunda categoría y más de un centenar de cosos de tercera categoría, en 2023 se percibieron “datos contundentes y optimistas sobre la buena salud de la tauromaquia y su implantación en la sociedad española”.
En 2023, la temporada se cerró con cerca de 6.500.000 de espectadores que acudieron a las plazas de toros, aumentando sensiblemente en relación al año 2022. “Estas cifras nos sitúan en datos que no se conocían desde 2012”, indicaron desde la patronal.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la pasada temporada se celebraron festejos en más de 900 plazas entre sus distintas categorías. “Una vez superada la pandemia, que frenó de manera contundente la actividad taurina, la tauromaquia ha experimentado datos de asistencia y de interés que no se daban desde la década de los años 2000”, subraya su balance anual.
Algunos aficionados encuentran la explicación a este renacer en la incorporación de las nuevas generaciones en el mundo de la tauromaquia, aunque actualmente esta expresión cultural no tenga el mismo respaldo mediático, empresarial ni político que en décadas anteriores.
Toreros como el peruano Andrés Roca Rey o el burgalés Roberto Martín ‘Jarocho’ (que se convirtió en matador de toros este 29 de agosto en Palencia tras tomar la alternativa) suelen estar acompañados de cientos de jóvenes en sus citas taurinas, y las empresas tratan de llegar a los más jóvenes con diversas promociones de precios. Incluso, el Bono Cultural aprobado por el Gobierno de España, puede canjearse para comprar entradas taurinas, aunque inicialmente tuvo trabas en su implantación.
CANTERA
Precisamente, ‘Jarocho’ es uno de los 103 novilleros con picadores que han participado ya en la Liga Nacional de Novilladas, que cumple esta temporada su quinto aniversario. Según la Fundación Toro de Lidia, impulsora del proyecto con distintas administraciones públicas, “se ha consolidado como uno de los más importantes para el escalafón novilleril”. Tal es así, que la mayoría de sus participantes componen “las ferias de novilladas más importantes del panorama nacional”.
En 2018, ante la reducción de la celebración de novilladas con picadores, la Fundación comenzó a diseñar este proyecto con el objetivo de impulsar de este tipo de festejos, entendiendo que las novilladas con picadores son indispensables para el nacimiento de nuevos toreros y nuevas figuras. Así, los Circuitos de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana se han convertido en una oportunidad de los novilleros con picadores de cada región.
La fundación española, junto a entidades encargadas de la promoción y defensa de la tauromaquia en los ocho países taurinos del mundo (Francia, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador) constituyeron en primavera el Consejo Internacional de las Culturas Taurinas (Cicult) para aglutinar fuerzas e intercambiar experiencias y servicios para proteger y fomentar la cultura de la Tauromaquia.
El ganadero de toros bravos Victorino Martín, también presidente de la Fundación Toro de Lidia, calificó el acuerdo de “muy positivo” porque servía “para fortalecer lazos, resolver problemas y tener una hermandad entre todos, que eso da mayor compenetración y protección”. “Entre todos vamos a explicar lo que somos, lo que representamos y lo importante que es en nuestros países este rito antiquísimo que nos hace entender la vida de otra manera”, remarcó Martín.
El catedrático de letras clásicas y doctor en antropología francés Francois Zumbiehl defendió entonces, en nombre de las entidades que se reunieron en torno a esa plataforma, que su constitución sirve “para dar un paso decisivo” en la defensa conjunta de la “libertad cultural”.
El antropólogo, miembro del Observatorio Francés de las Culturas Taurinas, manifestó a Servimedia que el debate a favor o en contra de la tauromaquia “es ante todo un debate a favor o en contra del humanismo de nuestra civilización”, pero que, tras “la controversia” de siglos es ahora un debate “casi imposible”.
Según Zumbiehl, “la Fiesta está basada en el respeto del toro, más propiamente de su animalidad, cuyo conocimiento es indispensable para la lidia”, pero también “el espectáculo taurino es la mejor oportunidad para la preservación de la cabaña brava, condenada inmediatamente al matadero el día en que se acaben las corridas”.
“Pero, de verdad, ¿quién puede dudar de que la tauromaquia, en sus diferentes manifestaciones, sea una herencia cultural que se remonta a tiempos prehistóricos, y la última gran fiesta ritual que queda en la actualidad?”, cuestionó, apuntando también a que la Tauromaquia siempre ha evolucionado y que ahora esa progresión se ha visto “acelerada”.
Esos valores en los que se basa la Tauromaquia siguen siendo necesarios actualmente, promovió este sábado en su perfil social la Fundación Toro de Lidia. La fundación homenajeó al torero José Cubero ‘Yiyo’, en recuerdo a su muerte en 1985 tras ser cogido por un toro en Colmenar Viejo (Madrid). Eran los años 80 y estaba considerado como uno de los ‘príncipes del toreo’ que aglutinaba en pos de sí a la afición más joven de aquellos años, eclipsada también por el fenómeno de la irrupción de Antonio Chenel ‘Antoñete’, el veterano que supo atraer a las plazas a los seguidores de la ‘movida madrileña’.
“La sociedad de hoy vive de espaldas a la muerte. La muerte se oculta, la muerte no se ve, de la muerte no se habla. Por eso la tauromaquia es tan atacada. Porque la sociedad actual no se siente capaz de abarcarla ni de comprender la fugacidad de la vida”, reflexionó en su perfil social en el recuerdo a ‘Yiyo’. En paralelo, en otro mensaje concluyó: “El auge de la tauromaquia este verano es un aviso para todos los que se atrevan a intentar censurar nuestra cultura”.
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