MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Los españoles gastaron un total de 105.000 millones de euros en la cesta de la compra en 2022, un 9,1% más que en el ejercicio anterior, debido al alza de precio promedio del 9,9%, provocado por una inflación “sin precedentes” en las últimas décadas.
Así lo refleja el informe ‘Tendencias del Consumidor 2022’, presentado este jueves por NielsenIQ y que recoge los datos reales de venta en todos los canales, incluidos hipermercados, supermercados, tiendas tradicionales, especialistas y estaciones de servicio, de España.
Según el informe, pese a la inflación, la demanda permaneció “casi estable” el año pasado y se registró una “ligera disminución” del volumen total del 0,7%, motivada por la “resistencia” de los productos envasados, que, a pesar de tener un incremento en el precio del 10%, lograron permanecer “planos” en el volumen, con una bajada del 0,1%.
De esta forma, el comportamiento de la alimentación envasada, así como de las bebidas, los productos refrigerados y congelados y la perfumería “compensaron” a los productos frescos, que se mantuvieron en negativo todo el año, con una caída del 2,5% en la demanda y un aumento del precio del 10,3% a cierre de 2022.
Los productos de pescadería y frutas y verduras fueron los que concentraron mayores descensos en la demanda, con caídas del 9,1% para el pescado, del 5,5% para la fruta y del 3% para la verdura.
AÑO CONVULSO
“Aunque veníamos ya de dos años anómalos por la pandemia, el 2022 ha sido convulso e inédito para el gran consumo, que arrastraba ya las tensiones producidas a finales de 2021 con la subida de costes y dificultades en la cadena de suministro y que la irrupción del conflicto bélico en Ucrania ha agravado enormemente, llevándonos a una inflación global nunca vista”, señala el informe.
Para NielsenIQ, esta situación ha tenido “un impacto muy relevante” en el gran consumo, hasta el punto de que siete de cada 10 compradores son ahora “sensibles al precio”, un 23% conoce el importe de la “mayoría” de los productos que compra y un 48%, los de la “mayoría” de los artículos y, además, “se da cuenta cuando cambian”.
Por esta razón, los consumidores “han cambiado su comportamiento” y, entre las medidas para ahorrar, destacan el cambio de marcas y la compra de la marca de la distribución, el incremento en la frecuencia de visitas, la adquisición de los productos más baratos de la cesta habitual, pero también “dejar de llevar algunos productos, decantarse por las promociones y optar por varias enseñas y canales”.
En este sentido, la marca de distribuidor tuvo un peso en la cesta de la compra del 46% en supermercados e hipermercados, lo que representó un crecimiento del 16% respecto a 2021, mientras que la frecuencia de compra se incrementó un 6% y la compra de artículos por visita cayó un 5,5%.
OPERADORES
Por lo que se refiere a operadores, Mercadona consolidó su liderazgo ganando 0,5 puntos de cuota de mercado en 2022, seguido por Carrefour con 0,4 puntos más, mientras que Lidl continuó en tercera posición y los supermercados regionales alcanzaron una cuota conjunta del 15,6%.
Por canales, perfumerías elevó sus ventas en valor en un 14,6% respecto a 2021, ‘cash and carry’ lo hizo en un 18,5%, mientras que hostelería alcanzó un 28,3% de incremento. En cuanto a alimentación, la tienda física siguió “fuerte” en aperturas y reformas y la red de supermercados menores de 300 metros creció en 156 establecimientos respecto a 2021, mientras que los super grandes, los que están entre 800 y 2.499 metros cuadrados, sumaron 102 más que en 2021.
El canal ‘online’ consolidó la ganancia de clientes y ventas que experimentó durante la pandemia y, aunque su crecimiento fue inferior al del canal físico en 2022, según el informe resulta “previsible” que su evolución “mejore cuando lo haga la situación económica”.
INNOVACIÓN Y FUTURO
Por último, la innovación es “relevante” para muchos compradores y, aunque “muchos” de ellos prueban productos “de forma limitada”, a un tercio les gusta “experimentar con cosas nuevas y les encanta probar otros productos que no sean los habituales”.
Por lo que respecta al 2023, la directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa, Patricia Daimiel, indicó que el consumidor “se sigue moviendo en un terreno de máxima incertidumbre y tanto la seguridad financiera como la laboral serán sus prioridades en este año”. “El mercado de gran consumo seguirá mostrando su fortaleza habitual y otras partidas de gasto serán las que puedan sufrir en mayor medida los efectos de esta crisis”, espetó, al tiempo que valoró el “extraordinario dinamismo de la industria”.
A su entender, el ritmo de apertura de nuevos establecimientos, la densidad de puntos de venta y el elevado número de operadores “son la mejor garantía de la fortaleza y competitividad de este sector”.
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