MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El Consejo General de Economistas (CGE) y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) auguraron este jueves que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024 “no permiten grandes alegrías” y alertaron de la “presión política” y las “tensiones” que sufrirán en su proceso de negociación.
Así lo trasladó el consejero del Consejo Superior de Estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE) en representación del CGE, Salvador Guillermo, en la sesión organizada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) acerca de los Presupuestos, la deuda, el déficit y sus consecuencias. También intervino el investigador de Fedea José Emilio Boscá.
Guillermo afirmó que las cuentas públicas para este año “no permiten grandes alegrías”, por lo que “vamos a ver tensiones en su proceso de negociación”. A su juicio, esto se producirá porque “los fondos europeos vienen en menor cantidad”, con lo que se gastará en menor medida. A ello se suma que “en los últimos años la gran sacrificada ha sido la inversión pública”.
En ese sentido también se situó Boscá, quien añadió que “ha decrecido la inversión pública” y “no se ha tocado el gasto por PIB en educación ni en defensa” en años. “No queda margen y la gente joven merece una política de vivienda, una política en el mercado de trabajo”, añadió. También reclamó al Gobierno atender “otros aspectos de digitalización y economía verde”. Asimismo, indicó que “a medio y largo plazo hay que respetar la inversión y generar un clima empresarial”.
Por su parte, Guillermo sostuvo que existe un “escenario de fuerte crecimiento del gasto”. Así, se refirió concretamente al gasto en pensiones, el cuál “se ha comido todo el incremento del gasto público en los últimos 25 años”. Reconoció que el gasto público tiene “mucha inercia”, lo que provoca que sea complicada su bajada. “A veces los políticos llevan a cabo acciones en las que su pretensión es ofrecer más gasto público”, dijo, y eso “obedece a veces a un elemento de uso fiscal del que la gente no es consciente” porque conlleva financiarlo en definitiva con impuestos.
Boscá también puso el foco en la eficiencia del sector público y resaltó que “está cayendo dramáticamente en España”. Indicó que está por debajo de la media europea y apeló a mejorar estas cifras. A su juicio, exigiría una “reforma fiscal” que tuviera “muy presente el efecto distorsionador de los impuestos en la economía”.
En ese sentido, subrayó que en 2023 el endeudamiento neto de la economía española fue “público” y declaró que el tamaño del Gobierno se correlaciona “con la capacidad de crecimiento de sus niveles de bienestar y sus economías”.
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