MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha alertado de que ya son más de 660.000 los desplazados en todo Birmania desde el lanzamiento de la última ofensiva de las milicias prodemocráticas.
“Algunas personas han tenido que desplazarse varias veces y otras están empezando a volver a casa”, ha indicado la OCHA, que advierte de un “contexto volátil” que provoca “riesgos como creciente número de víctimas civiles, detenciones arbitrarias, explotación, reclutamiento forzoso y trabajo forzoso”.
En total son ya al menos 2,6 los millones de desplazados internos desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. Los nuevos afectados corresponden mayoritariamente a las regiones del noroeste del país, escenario junto con la zona fronteriza con China de los avances más importantes de la ofensiva rebelde, denominada Operación 1027.
Las organizaciones humanitarias han alertado de que “faltan suministros esenciales en muchas zonas” debido a los bloqueos y cita alimentos, refugio seguro, bienes no alimentarios y kits de higiene.
Además, las agencias de la ONU alertan de que su Plan de Respuesta Humanitaria de 2023 está financiado solo en un 29 por ciento cuando apenas quedan unos días para que termine el año, por lo que piden “una inyección urgente de fondos para mantener la respuesta humanitaria el año próximo”.
La ofensiva rebelde comenzó el 27 de octubre en el estado de Shan con los ataques de la Alianza Fraternal, que aglutina al Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania, al Ejército de Liberación Nacional Taang y el Ejército de Arakán.
Los combates se extendieron rápidamente a los estados de Chin, Karenni, Karen, Kachin, Mon y Rajine y a cinco regiones: Sagaing, Magwe, Mandalay, Tanintharyi y Bago.
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