MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La Asociación Europea de Proveedores de Automoción (Clepa) ha realizado un informe sobre el paradigma actual en el sector de la automoción donde destaca la ola de pérdida de empleos a escala continental, salvo que la demanda aumente en los próximos años y Europa comience a recuperar su competitividad.
La industria europea de suministros para la automoción afrontó un año difícil en 2024, marcado por una caída de la demanda y unos niveles de producción más bajos. La producción de automóviles sigue estando un 20% o 3 millones de unidades por debajo de los niveles previos a la pandemia.
“2024 fue un año difícil para los proveedores europeos, con niveles de producción bajos. Estas empresas tienen una cartera impresionante de innovaciones tecnológicas, pero muchos proyectos se están retrasando o reduciendo debido a las presiones del mercado”, ha argumentado el director de Asuntos de Mercado de Clepa, Nils Poel.
Además, los elevados precios de la energía y la inflación general desde 2020 han erosionado la ventaja competitiva de Europa frente a China y América del Norte, de acuerdo con su análisis.
Desde Clepa, mencionan que hasta 54.000 puestos de trabajo se perdieron en el mercado de suministro de automóviles. Esta cifra supera los recortes de empleo anunciados durante los años 2020 y 2021, cuando se anunciaron 53.700 recortes de empleo. Desde 2019, los proveedores de la industria automotriz han anunciado un total de 145.000 recortes de empleo, según los datos de la asociación.
Tras años de crecimiento constante, las inversiones en componentes de vehículos eléctricos en toda la Unión Europea han disminuido drásticamente en 2024 o se han cancelado totalmente. Un factor clave es una demanda de vehículos eléctricos más débil que las previsiones de los últimos años, según Clepa.
Entre 2020 y 2022, las inversiones directas en componentes de vehículos eléctricos aumentaron, y la inversión de capital alcanzó un máximo estimado de 18.150 millones de euros en 2022. En 2024, se desplomaron hasta llegar a los 5.640 millones de euros, el nivel más bajo desde 2019.
“El acceso a la financiación, el apoyo a la inversión y una regulación tecnológicamente neutral son esenciales para mantener el liderazgo mundial de Europa en tecnología automotriz”, ha reclamado el secretario general de Clepa, Benjamin Krieger.
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