MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El semanario británico ‘The Economist’ se hace eco de los problemas que tiene España para desplegar las energías renovables, entre los que cita la negativa de algunos ciudadanos a las instalaciones, la insuficiencia de tejados en los que colocar paneles solares y la exportación de electricidad insuficiente.
En la revista de esta semana dedica un artículo a España titulado en la edición online ‘El desarrollo de la energía renovable española está despertando de su siesta’ y en la impresa ‘Sol tardío’.
En el mismo, recogido por Servimedia, el semanario británico destaca que España “se ha quedado por detrás de su potencial” en generación renovable pese a tener sol, agua y viento, y en 2021 generó menos del 8% de su electricidad con paneles solares pese a ser “uno de los lugares más soleados de Eurpoa”.
La revisa lo atribuye principalmente a los problemas con la energía solar de la década pasada en la que el Gobierno del momento presidido por José Luis Rodríguez Zapatero dio subvenciones a los desarrolladores ante el encarecimiento de los paneles solares, que el Gobierno posterior de Mariano Rajoy recortó porque se volvieron “inasequibles” con la crisis financiera.
En este punto, ‘The Economist’ señala que un grupo de inversores está demandando una compensación por ello. Al hilo de esto, recientemente se ha conocido que un fondo estadounidense afectado por el impago de las subvenciones ha pedido ejecutar unos bonos soberanos españoles.
La revista británica resalta que ha surgido una “oleada” de proyectos solares y eólicos en España y eso ha conducido al Ejecutivo a simplificar los trámites, lo que “ha llevado a otros problemas”.
Entre ellos cita la falta de terreno vacío para instalar los paneles solares o los aerogeneradores y el rechazo que produce en algunos ciudadanos porque restaría espacio para la agricultura o la industria. Hace referencia a Teruel Existe por su posición a favor de desacelerar el ritmo de avance de esas instalaciones y la capacidad que tiene como partido para aglutinar ese descontento de quienes “recelan de las grandes compañías” que se encargan de los proyectos y que terminan generando “pocos empleos”. Recoge el eslogan ‘Renovables sí, pero no así’ enarbolado por Teruel Existe y otras agrupaciones.
Si bien los críticos apuestan por paneles solares en los tejados, ‘The Economist’ señala como inconveniente que no hay suficientes porque hay vecinos que no quieren, los permisos conllevan burocracia y “los ahorros de los paneles pueden no materializarse hasta dentro de un año”. No obstante, indica que la producción para consumo local se ha multiplicado por 26 en los últimos cuatro años.
A esto se suma que la energía producida supuso una cuarta parte del consumo en España de 2020, siendo el resto energía fósil, por lo que “es posible que la economía no esté preparada para una oleada de generación renovable”, en palabras de Mario Sánchez-Herrero, de la cooperativa de energía solar Ecooo. ‘The Economist’ recuerda que en los días soleados y de viento de marzo los precios mayoristas llegaron a cero y los coches eléctricos aún no han despegado “en un país de largas distancias”.
Como último inconveniente señala las exportaciones de electricidad insuficientes por la falta de interconexiones con Francia. “Para que España se convierta en una central de generación verde de Europa a la altura de su capacidad, las barreras son tan grandes como los Pirineos”, concluye.
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