MADRID/GRANADA, 17 (SERVIMEDIA)
Retirar el carné a los conductores reincidentes por consumo de alcohol y/o drogas no es suficiente, sino que deberían implantarse programas que les ayuden a abandonar el consumo de esas sustancias al menos durante la conducción.
Así se indica en estudio realizado por científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Cimcyc), de la Universidad de Granada (UGR), que revela que ser adicto al alcohol y a las drogas es un fuerte predictor de ser reincidente para cometer delitos al volante. Además, los adictos a estas sustancias son incapaces de disociar el consumo excesivo de alcohol o drogas cuando conducen.
La investigación, publicada en la revista ‘Traffic Psychology & Behaviour’, subraya que causas subyacentes al comportamiento de la reincidencia en tráfico podrían ser la punta del iceberg que representa un problema de salud global que sirve para detectar otros graves problemas sociales, familiares y laborales.
El estudio busca identificar los factores que predicen el perfil de la reincidencia en conducción al analizar no solo el consumo de alcohol y/o drogas, sino también su capacidad para disociar el uso de alcohol y otras sustancias de la conducción.
PROBLEMA DE SALUD
En la investigación participaron 315 conductores, 97 infractores (el 95,9% hombres) y 218 no infractores (un 47,2% hombres). Todos ellos respondieron a una batería de cuestionarios sobre hábitos de consumo de alcohol, consumo de drogas, habilidad de disociar el consumo de alcohol y sustancias de la conducción, nivel educacional, infracciones de tráfico, errores y lapsus autoinformados, y cuestiones sociodemográficas.
Los hallazgos subrayan que el consumo de alcohol no solo es un predictor clave del comportamiento delictivo al volante, sino que también lo es el consumo de drogas. “Estas adicciones son un problema de salud y sus consecuencias resultan más graves cuando la persona afectada conduce un vehículo”, recalca Cándida Castro, investigadora del Cimcyc.
El artículo indica que los conductores reincidentes tienen una menor capacidad de disociar el consumo de alcohol y sustancias de la conducción que los no reincidentes, quienes se muestran más capaces que los reincidentes de desvincular tomar alcohol con la conducción.
“Además, los reincidentes admiten que conducirían después de ingerir cinco cubatas o más, o después de consumir cannabis, y más de la mitad de los no reincidentes también ha admitido que llegan a conducir después de haber tomado una o dos cervezas”, explica Castro.
- Te recomendamos -