MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Paisajes dominados bosques cubiertos de hierbas se expandieron por el este de África unos 10 millones de años antes de lo que se pensaba anteriormente y esos ecosistemas facilitaron ambientes abiertos que impulsaron las adaptaciones de los homínidos durante el Mioceno temprano.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de 31 investigadores, pertenecientes a instituciones de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Kenia o Uganda, y publicado este jueves en la revista ‘Science’.
Esta hipótesis desafía una teoría paleoecológica de larga duración porque retrasa el origen de los pastizales en África oriental a hace entre 21 millones y 17 millones de años.
Las sabanas y las tierras bajas suelen albergar pastos que realizan la fotosíntesis a través de la vía de fijación de carbono C4. Además de ser capaces de soportar condiciones más secas y altas temperaturas, los pastos de gramíneas C4 sobreviven mejor bajo el sol directo que sus predecesores amantes de la sombra, los pastos de gramíneas C3.
Durante mucho tiempo, los científicos han tratado de precisar cuándo surgieron las gramíneas C4 en el este de África porque su propagación habría reflejado una transformación de la región que alguna vez fue boscosa y probablemente contribuyó a la evolución de las características de los primeros homínidos.
REGISTROS ESQUELÉTICOS
Investigaciones anteriores han indicado que los pastos C4 aparecieron hace menos de 10 millones de años. Sin embargo, el nuevo estudio retrotrae esta fecha a hace 21 millones de años como muy tarde, lo que contribuyó a hábitats heterogéneos con bosques y pastizales. Eso desafía la teoría canónica de que África oriental era principalmente bosque en ese momento.
El trabajo se basa en el análisis de muestras de suelo antiguo en nueve sitios de Kenia y Uganda, donde se han encontrado fósiles de mamíferos del Mioceno temprano.
Los autores indican que la necesidad de buscar alimento en los bosques cubiertos de hierba llevó a los homínidos a desarrollar sistemas musculoesqueléticos versátiles. En el pasado, se pensaba que la búsqueda de frutas en bosques densos y cubiertos de dosel causaba estos cambios locomotores.
Al examinar fósiles dentales y esqueléticos en Moroto (Uganda), incluido un fémur de ‘Morotopithecuis’, el grupo evaluó qué comían los homínidos y cómo sus esqueletos sustentaban la alimentación en el este de África hace 21 millones de años.
Los patrones dentales mostraron que los homínidos consumían hojas con menor contenido de agua, como tallos más secos de gramíneas C4, en lugar de comer frutos del bosque, más jugosos. Los registros esqueléticos revelan fémures, vértebras y características del torso similares a las de los primates no humanos vivos que habitan actualmente las sabanas y otros ecosistemas abiertos.
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