MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
El consumo de cigarrillos electrónicos, cachimbas o tabaco de no combustión pueden perjudicar del desarrollo cerebral y el funcionamiento de los pulmones de jóvenes y adolescentes, como señalan especialistas de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
Así lo confirmaron los especialistas que presentaron el estudio ‘Influencia de las Plataformas de Video On Demand y medios sociales en la exposición al tabaco’.
El consumo de cigarros electrónicos o vapeo es “altamente dañino” para la salud de los más jóvenes, señalaron los doctores. “Tenemos que tener en cuenta, por ejemplo, que la nicotina interviene en el desarrollo cerebral de los jóvenes, y que éste continúa hasta la edad de los 21 años”, explicó la doctora Karen Ramírez, responsable de Prevención de la AECC.
Por ello, añadió que “cuanto antes se comience a estar en contacto con la nicotina, más probabilidades tenemos de tener en cuenta algunos problemas del desarrollo e incluso algunos relacionados con enfermedades mentales”.
Desde la Asociación se denuncia que los adolescentes y jóvenes son “el objetivo de las nuevas campañas de marketing” de las tabacaleras en redes sociales y diversos contenidos audiovisuales para iniciar a los jóvenes en el consumo de cigarrillos electrónicos, cachimbas o productos de tabaco calentado sin combustión.
Según la doctora Ramírez, los adolescentes y jóvenes son una generación a la que se le ofrecen nuevos productos relacionados con el tabaco, lo que quiere decir “nuevas formas de fumar, diversificar el consumo a través de instrumentos que sean más atractivos para los jóvenes, que son las edades en las que mejor se puede iniciar una conducta repetitiva”.
Sobre estos nuevos consumos, los expertos creen que dañan la salud en dos sentidos: “Por un lado, son la puerta de entrada hacia el consumo de tabaco convencional; y por otro, son una forma de consumo dual, es decir, dos formas de agresión a la salud, vapeo, sumado al tabaco de siempre”.
PULMONES ENFERMOS
Los expertos alertan de que las nuevas formas de fumar pueden constituir ya “una epidemia entre los jóvenes” y una de las razones principales es que no se identifican los factores de riesgo en el consumo de estos productos.
“Se cree que no tienen efectos, que son menos dañinos que el tabaco tradicional. Lamentablemente esto no es así, es un mito”. Según la doctora Karen Ramírez, “lo que se inhala no es vapor de agua” sino aerosoles, y hay partículas que pueden llegar hasta las porciones más pequeñas de los pulmones, acumularse, y con el tiempo provocar enfermedades a largo plazo”.
En cuanto a efectos a corto plazo o inmediatos, un ejemplo de su acción nociva es la enfermedad de EVALI (por sus siglas en inglés, lesión pulmonar asociada al cigarrillo electrónico o al vapeo), exclusivamente relacionada al uso de cigarrillos electrónicos y vapeo.
Se trata de un problema emergente y ya se han reportado muchos casos en España. “Pero en Estados Unidos, que es donde se han comenzado a ver los primeros, hay reportes de enfermedades altamente graves en personas jóvenes como por ejemplo algunas neumonías específicas y algunos problemas de pulmonares que han llevado incluso a la hospitalización de los jóvenes”.
Otro de los problemas que están relacionados con el consumo de cigarrillos electrónicos son el empeoramiento de las enfermedades crónicas pulmonares preexistentes. “Hay un mayor número de exacerbaciones asmáticas y de infecciones respiratorias entre los jóvenes como neumonías y esto hace que su calidad de vida se deteriore desde los primeros años”, destacó.
MÁS TÓXICOS
Además, entre los muchos tóxicos que contiene el líquido de los cigarrillos electrónicos se incluyen cancerígenos ampliamente conocidos como la nicotina. “La nicotina es un agravante del ADN celular y esto condiciona el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer”, destacó la AECC.
En cuanto al consumo de cachimbas, aunque no contengan nicotina en algunos casos, “el monóxido de carbono que se genera para encenderla y todo lo que se exhala también se comparte con los fumadores pasivos”, otro de los grandes problemas de estas nuevas formas de fumar. “Los saborizantes y olores de estos productos suelen ser más agradables, pero se ha visto que también contienen sustancias nocivas para la salud, por lo que no son nada recomendables”, concluyó Karen Ramírez.
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