BRUSELAS, 6 (EUROPA PRESS)
Los Estados miembros de la Unión Europea perfilan la reforma del instrumento para compras conjuntas de munición para Ucrania, que pasa por una dotación de 5.000 millones de euros y por flexibilizar el marco para adquirir material fabricado fuera de la UE, con la reticencia principal de Francia que siempre ha defendido que los fondos europeos se empleen exclusivamente para material proveniente de la industria europea.
Tras la última reunión de los embajadores de los 27 ante la UE, el consenso avanza para contar con una partida de 5.000 millones, como propuso el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, con una amplia mayoría de Estados miembros a favor de una mayor apertura respecto al origen del material militar.
“Estamos reduciendo claramente las distancias, pero quedan algunos interrogantes sobre los orígenes en lo que respecta a las adquisiciones conjuntas y la industria de defensa”, aseguran fuentes europeas, que al tiempo indican que el acuerdo está cada vez más cerca.
Otras delegaciones consultadas por Europa Press confirman que el acuerdo es muy próximo y admiten que la discusión sobre la reforma del Mecanismo Europeo para la Paz, el instrumento con el que los 27 han financiado el envío de armamento a Ucrania desde los primeros compases de la guerra, siempre ha girado en torno a Francia –y su intención de limitar las compras a productos europeos — y Alemania –que aspira a que se reconozcan en esta herramienta la ayuda bilateral que entrega cada socio europeo –.
Pese a que París ya ha suavizado su posición, las fuentes consultadas indican que Francia a día de hoy sigue siendo el principal obstáculo para cerrar un acuerdo, mientras Grecia y Chipre mantienen sus dudas, al plantearse el escenario de que los 27 compren armamento a Turquía, fabricante de los drones Bayraktar considerados un recurso clave en la guerra de Ucrania.
En todo caso, el objetivo es llegar a un consenso en cuestión de días y asegurarse un acuerdo firme antes de la cumbre europea de finales de mes en Bruselas, plazo que se dieron los 27 para cerrar la reforma del Mecanismo Europeo para la Paz.
El plan de compras conjuntas aprobado el pasado mes de mayo ya generó debate entre socios europeos sobre si debía priorizarse la fabricación europea o si la urgencia era suministrar armamento a Ucrania, independientemente de su origen. La visión rígida que defendía el gobierno francés para que el 100% de los elementos sufragados con fondos comunes fueran europeos reducía las opciones de compras conjuntas en armerías europeas ya identificadas en 11 Estados miembros. Finalmente la presidencia sueca del Consejo elaboró una propuesta de compromiso que establecía como producción europea la munición y misiles que se ensamblara en Europa.
De esta forma se permitía que las cadenas de valor incluyeran a operadores establecidos fuera de la UE y se contemplaban las reglas generales de origen de mercancías que fijan que los productos cuya producción intervenga más de un país o territorio se considerarán originarias del país o territorio en el que hayan sido objeto de la última transformación.
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