Beirut dice que “nadie esperaba que la guerra tomara esta dimensión” y pide a Israel un proceso de negociaciones para un alto el fuego
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Líbano ha cifrado este miércoles en “alrededor de medio millón” el número de desplazados a causa de los ataques de Israel desde octubre de 2023, incluidos cerca de 400.000 desde que el Ejército israelí iniciara durante la jornada del lunes una oleada de bombardeos a gran escala que deja hasta la fecha más de 550 muertos y más de 1.800 heridos.
“Teníamos 110.000 desplazados y ahora esta cifra se está acercando al medio millón”, ha dicho el ministro de Exteriores libanés, Abdalá bu Habib, durante un acto organizado por el ‘think tank’ Carnegie Endowment for International Peace retransmitido por el organismo a través de su canal en YouTube.
“No podemos seguir así, en la situación en la que estamos”, ha dicho Bu Habib, quien ha recalcado que “nadie esperaba que la guerra tomara esta dimensión”. “Los libaneses hemos tenido suficiente guerra”, ha manifestado, antes de incidir en que “es muy difícil para los libaneses aceptar lo que está pasando”.
Así, ha destacado la importancia de Estados Unidos para contener el conflicto y ha apuntado que Washington “es la clave para la salvación, si puede usarse esa palabra”. Sin embargo, ha argumentado que el Gobierno israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu e integrado por ultranacionalistas y ultraortodoxos, parece “no poder sobrevivir, si no es con la guerra”.
“Por eso no apuesta por un alto el fuego en Gaza. Ahora que no queda mucho en Gaza por destruir o hacer, giran hacia Líbano, donde está Hezbolá, que es uno de sus enemigos”, ha explicado. “Están atacando, pero están también causando un gran daño a Líbano y a los libaneses, que no están tan implicados en la guerra”, ha lamentado.
“¿Todo esto para qué? Es la destrucción por la destrucción”, ha criticado Bu Habib, quien ha incidido en que “los israelíes están afectados, los libaneses están afectados”. “¿Por qué no podemos encontrar una solución? Podemos alcanzar un acuerdo sobre la frontera terrestre, pero Israel tiene que querer empezar a negociar, aceptar el hecho de que tiene que poner fin a la ocupación de una zona muy pequeña de Líbano”, ha sostenido.
En este sentido, ha recordado que “Israel aún ocupa una pequeña parte de Líbano, motivo por el que hay una resistencia y motivo que da algún tipo de legitimidad a esa resistencia”, en referencia Hezbolá, que se ha negado a desarmarse, tal y como contempla el acuerdo tras la guerra de 2006 argumentando en parte que las fuerzas israelíes siguen controlando parte del territorio libanés.
En cualquier caso, ha hecho hincapié en que “si Hezbolá sigue armado, debería ser un problema libanés”, antes de recalcar que “Hezbolá también es un partido político”. “Tiene parlamentarios, tiene representantes en el Gobierno y la mayoría de nostoros hablamos con todos en Líbano”, ha dicho, al tiempo que ha afirmado que el peso del grupo “ha sido muy exagerado”.
“Hezbolá no controla el aeropuerto. Hezbolá no controla las fronteras”, ha indicado. “Claro que tienen influencia, como otros. También tienen una base popular. Tienen influencia, quizá más que otros, pero no tienen influencia absoluta en el país. Si quieren nombrar un presidente, no pueden. Tienen que alcanzar un compromiso con otros”, ha reseñado.
“LA GUERRA AUMENTA LOS PROBLEMAS”
Bu Habib ha insistido por ello en que “matar no trae paz” y en que “la guerra no va a permitir que los israelíes vuelvan a sus localidades y tampoco podrán los libaneses que abandonaron el sur del país, especialmente las casas destruidas, que son unas 7.000”. “Sólo puede ser a través de negociaciones. La guerra aumenta los problemas, no los reduce”, ha explicado.
De esta forma, ha comparado la situación con la guerra de 2006, que duró “seis o siete semanas”. “En ella, los israelíes no abandonaron sus localidades y se fueron al sur, sino que se quedaron allí. Entonces Hezbolá sólo tenía armamento de corto alcance. No podía alcanza Acre, Haifa o Safed”, ha dicho.
“A pesar de todo, (en 2006) se quedaron allí. No entiendo por qué fueron retirados al principio de la guerra. ¿Tenían miedo de que les pasara lo mismo que en el sur un día antes, el 7 de octubre?”, se ha preguntado, en referencia a los ataques ejecutados ese día por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra territorio israelí.
Hezbolá inició el lanzamiento de proyectiles y drones contra el norte de Israel el 8 de octubre de 2023, un día después de los citados ataques –que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados– y después de que Israel lanzara una ofensiva militar contra la Franja de Gaza que a día de hoy deja más de 41.250 palestinos muertos, a los que se suman más de 700 en Cisjordania y Jerusalén Este.
Por ello, Bu Habib ha remarcado que los problemas entre Israel y Líbano “son diferentes” a los existentes entre israelíes y palestinos. “Ellos luchan por la misma tierra. Nosotros no. Nosotros tenemos una tierra ocupada e Israel lo reconoce”, ha dicho, antes de subrayar que la situación actual “está siendo creado por lo que está pasando” y “no tiene relación con las políticas de Líbano o Hezbolá”, en referencia a la situación en Gaza.
“Cada vez que ha habido una escalada, ha sido a causa de Israel”, ha criticado, antes de cargar contra las explosiones coordinadas registradas la semana pasada en miles de dispositivos de comunicación, que dejaron más de 40 muertos y cerca de 3.500 heridos. “Fue un ataque principalmente contra Hezbolá, pero muchos civiles resultaron afectados”, ha denunciado, antes de hablar de “acto contra la soberanía y la independencia (de Líbano)” y “un ataque contra el país”.
UNA SITUACIÓN “MUY PELIGROSA”
Además, ha resaltado que la situación “es muy peligrosa” por la implicación de milicias iraquíes proiraníes, los rebeldes hutíes de Yemen e Irán, si bien ha apuntado que “no cree que Irán quiera estar implicado en una guerra” y ha recordado que el exministro de Exteriores iraní Hosein Amirabdolahian –muerto en mayo en un accidente de helicóptero junto al presidente del país, Ebrahim Raisi– “dijo que quería un alto el fuego inmediato”.
“Es cierto que era difícil que Israel lo aceptara durante la primera semana”, ha reconocido el ministro de Exteriores libanés, que ha desvelado que Estados Unidos e Irán tenían previstos contactos el 10 de octubre de 2023 en Omán para abordar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, dañado después de que Washington se retirara de forma unilateral en 2018 del histórico pacto firmado en 2015, lo que ha elevado las tensiones en la región.
Por último, Bu Habib ha puntualizado que el Gobierno libanés “tiene pocas cartas en la mano” para abordar la situación actual y ha hecho hincapié en la necesidad de que Israel se abra a un proceso de negociaciones. En este sentido, ha mostrado la disposición de que, como parte de un acuerdo, Líbano despliegue militares en la frontera con Israel, junto a los ‘cascos azules’ de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) en caso de acuerdo sobre la frontera terrestre, en línea con el acuerdo entre ambos países en 2022 sobre la frontera marítima.
El aumento de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá –un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano– han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó recientemente a Estados Unidos sus “planes operativos” respecto a Líbano.
- Te recomendamos -