MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Las regiones de Kamchatka y Chukotka, los territorios más orientales de Rusia, han abierto este viernes los centros de votación para las elecciones presidenciales del país, donde el presidente Vladimir Putin parte como principal favorito ante la ausencia de una oposición real que desafíe a un mandatario que sigue sembrando dudas a nivel internacional sobre su legitimidad democrática.
Los colegios electorales de estas dos regiones han abierto sus puertas a las 8.00 horas del viernes (21.00 horas en la España peninsular). Mientras en Kamchatka se han habilitado cerca de 200 centros de votación, en la vecina región de Chukotka se han abierto otro medio centenar de colegios electorales.
Rusia inicia así unas elecciones históricas que por primera vez se extenderán durante tres días. Para esta ocasión también se ha permitido la votación telemática, disponible en casi un tercio del país. Junto a Putin, se presentan a las elecciones el nacionalista y conservador Leonid Slutski, líder del partido Liberal Demócrata de Rusia; el comunista Nikolai Jaritonov y Vladislav Davankov, un empresario del partido Gente Nueva.
Putin parte como principal favorito. El político, que a sus 71 años sigue dando forma a una política personalista, ha restaurado símbolos de la URSS y ha llegado a criminalizar cualquier forma de equiparación de la antigua Unión Soviética con el nazismo, contra el que dice luchar en Ucrania en defensa de la “cultura rusa”.
Si bien la mayoría de los votos se depositarán entre el viernes y el domingo en los colegios electorales de todo el país, el voto por correo comenzó hace casi una semana en el exterior, incluidas algunas zonas del este de Ucrania anexionadas por Rusia en 2022, a pesar de que algunas áreas siguen bajo control de las fuerzas ucranianas.
Desde Kiev denuncian amenazas y actos de violencia precisamente contra los residentes de estas provincias, a quienes se estaría presionando para que acudan a las urnas contra su voluntad, algo que ha sido rechazado desde Moscú, que insiste en considerar Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk como regiones “liberadas”.
REFORMA CONSTITUCIONAL
Putin ha estado al frente del país durante gran parte del siglo XXI, lo que lo convierte en el alto cargo ruso que más tiempo ha ostentado el poder desde Joseph Stalin. Natural de San Petersburgo, Putin ascendió al cargo después de imponerse en las elecciones del año 2000. Tras ello, ha ido acumulando holgadas mayorías absolutas que le han servido para triunfar en un total de cuatro votaciones presidenciales.
Sin embargo, impedido por la Constitución, tuvo que renunciar en 2008 a un posible tercer mandato y se presentó al cargo de primer ministro. La Presidencia quedó entonces durante cuatro años bajo el mando de Dimitri Medvedev, con quien Putin se turnó más tarde el cargo.
Para asegurarse su continuidad en el cargo, Putin ha reescrito las leyes y normas del sistema político ruso, lo que lo llevó a ampliar los mandatos –de cuatro a seis años– en una reforma constitucional impulsada en 2008. Posteriormente, en abril de 2021, promulgó una ley que le permitirá acumular otros dos mandatos, de tal forma que pudiera concurrir, precisamente, en las elecciones de 2024, pero también en las de 2030, algo que tenía vetado hasta entonces.
La normativa establece como principio general un máximo de dos mandatos de seis años cada uno para el jefe de Estado, lo que podría llevar a Putin a gobernar hasta el año 2036. Las modificaciones relativas a la Presidencia se incluyeron dentro de un paquete de cambios que contemplan que los candidatos deben tener al menos 35 años, haber vivido de forma permanente en Rusia durante al menos 25 y no tener ciudadanía o permiso de residencia en otro país. Además, las reformas modifican las funciones del Ejecutivo y del poder legislativo y prohíben expresamente la secesión de los territorios que integran Rusia.
Putin, que goza actualmente de un mejor nivel de popularidad entre la población rusa a medida que las tropas avanzan en el frente en Ucrania, ha destacado la fortaleza y resiliencia de la economía rusa ante los intentos de la comunidad internacional de ejercer una presión significativa sobre el Kremlin con sanciones significativas.
Sin embargo, el presidente ruso sigue negándose a participar en un debate electoral y, en su defecto, ha preferido dirigirse a la población durante su discurso anual ante el Parlamento, en el que ha dicho contar con armas suficientes para golpear a Occidente y ha prometido destinar millones de rublos a la modernización de las escuelas y la infraestructura del país.
El discurso, que contenía información sobre la introducción de políticas de cara a la próxima década, incluía información sobre nuevos despliegues de tropas en el flanco occidental ruso ante la expansión de la OTAN y la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza.
Posteriormente, Putin ha acusado a Estados Unidos de tratar de interferir en el proceso electoral y ha señalado que es el propio presidente estadounidense, Joe Biden, el que ha dado directrices a las ONG del país para que propicien una baja participación en los comicios. Con esta baja participación, ha explicado, Washington busca “cuestionar los resultados de las elecciones” para poder así hablar de fraude electoral.
Por ello, ha pedido a los ciudadanos, tanto en Rusia como en los territorios anexionados en el este de Ucrania, acudir a votar para determinar el futuro del país en un “momento difícil”. Para el mandatario, que afronta el último día antes de los comicios centrado en el recrudecimiento de la ofensiva en Ucrania, la participación supone un “acto de patriotismo”.
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