MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La terapia de conversación en grupo alivia el malestar psicológico, mejora la calidad de vida y reduce los reingresos por problemas cardíacos en pacientes en edad laboral, según un estudio publicado en ‘European Heart Journal’, revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
“Aproximadamente el 20 por ciento de todos los pacientes cardiacos presentan signos de angustia psicológica, cifra que se eleva a un tercio de los pacientes empleados”, afirma Annette Holdgaard, autora del estudio y enfermera del Hospital Universitario de Copenhague – Bispebjerg y Frederiksberg (Dinamarca).
“Los síntomas psicológicos, como las palpitaciones y las molestias torácicas, pueden ser difíciles de distinguir de los síntomas cardíacos. Esto puede llevar a un círculo vicioso, con más angustia que podría limitar la capacidad del paciente para llevar una vida normal en casa y en el trabajo”, apunta.
Los programas anteriores para tratar los problemas psicológicos de los pacientes cardiacos eran largos y los impartía un terapeuta o psicólogo, lo que dificultaba su aplicación en la vida real. Este estudio examinó el efecto de cinco sesiones grupales de terapia cognitivo-conductual (TCC), realizadas por enfermeras como complemento a la rehabilitación cardiaca habitual, sobre los síntomas de ansiedad y depresión.
En el estudio participaron 147 pacientes cardiacos en edad laboral con malestar psicológico, que se definió como una puntuación de la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HADS) igual o superior a 8 en ansiedad y/o depresión. La edad media era de 54 años y el 67 por ciento eran hombres. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a cinco sesiones de TCC en grupo más rehabilitación cardiaca habitual (grupo de TCC) o a rehabilitación cardiaca sola (grupo de control).
Se excluyó a quienes presentaban angustia grave o diagnóstico psiquiátrico. La rehabilitación cardiaca se llevó a cabo durante 8 semanas, con dos sesiones de grupo semanales de 90 minutos. Las sesiones incluían ejercicio, ajuste de la medicación y formación sobre dieta, tabaquismo, actividad física, peso corporal, glucemia, tensión arterial, lípidos en sangre y problemas psicológicos.
Las enfermeras cardiacas dirigieron las sesiones de TCC tras una breve formación y fueron supervisadas por un psicólogo. Se celebraron cinco sesiones de 2 horas cada una para grupos de 3 a 4 pacientes. En la sesión 1, los pacientes aclararon sus valores, por ejemplo la familia y el trabajo, e informaron de las dificultades causadas por la cardiopatía, como la falta de sueño y el agotamiento.
La sesión 2 incluyó un repaso del círculo de la ansiedad, en el que una amenaza puede provocar reacciones físicas y pensamientos catastrofistas, seguido de un debate sobre estrategias de afrontamiento, como la exposición gradual a situaciones de ansiedad y ejercicios de respiración para calmar el sistema nervioso.
La tercera sesión abordó el análisis y las consecuencias del comportamiento actual. Por ejemplo, trabajar 50 horas semanales puede aportar satisfacción a corto plazo, pero no dejar tiempo suficiente para recuperarse de una afección cardiaca, lo que podría tener graves consecuencias a largo plazo.
La sesión cuatro se centró en las estrategias para hacer frente a las preocupaciones. Aunque preocuparse puede llevar a resolver problemas, también puede llevar a pensar demasiado, y los pacientes aprendieron comportamientos más constructivos. Por último, en la sesión cinco, los pacientes vieron cómo habían cambiado sus estrategias de afrontamiento a lo largo del curso, aprendieron a hacer un uso óptimo de sus puntos fuertes y recibieron un plan de mantenimiento individual para hacer frente a futuras angustias.
El resultado primario de cambio en la puntuación total de HADS desde el inicio hasta los 3 meses mejoró significativamente más en el grupo de TCC (8 puntos) que en el grupo de control (4,1 puntos). Ambas subescalas (ansiedad y depresión) también mejoraron significativamente más en el grupo de intervención. Las mejoras del grupo de TCC en la puntuación total y las subescalas se mantuvieron a los 6 meses.
MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA A LOS 6 MESES
En comparación con el grupo de control, el grupo de TCC presentó una mayor mejora de la calidad de vida a los 6 meses, y un 57 por ciento menos de riesgo de reingresos cardíacos a los 12 meses. Investigaciones anteriores han demostrado que los pacientes ansiosos o deprimidos son menos propensos a asistir a las sesiones educativas y de ejercicio de rehabilitación cardiaca, y este estudio demostró que los que recibieron TCC eran más propensos a participar que los del grupo de control.
Según Holdgaard, “los resultados indican que todos los pacientes que acuden a rehabilitación cardiaca deberían someterse a pruebas de detección de trastornos psicológicos y recibir TCC en caso necesario”. De hecho, los participantes en el grupo de terapia dijeron que era un “alivio” estar con otras personas que se enfrentaban a los mismos problemas.
En este sentido, aprendieron a evaluar y cuestionar sus propios pensamientos –por ejemplo, puede haber otras razones para que mi corazón lata más deprisa que que me esté muriendo– y las enfermeras les ayudaron a distinguir entre síntomas cardíacos y psicológicos. “Los pacientes también se dieron cuenta de que pueden elegir cuánta atención prestar a un pensamiento y, en lugar de entrar en él (fusión con él), pueden mantener la distancia (defusión) y dejar que los pensamientos pasen”, expresa Holdgaard.
En palabras del portavoz del CES, el profesor Christi Deaton, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), “este estudio es importante por múltiples razones”. Primero, demuestra el valor de las intervenciones para el malestar psicológico y que el personal de enfermería puede impartir TCC breve en grupo dentro de los programas de rehabilitación cardiaca existentes, con efectos positivos y significativos en los resultados.
Asimismo, el estudio también ilustra la importancia de individualizar los programas de rehabilitación para satisfacer las necesidades de los distintos grupos de pacientes. “Los resultados de este estudio y de otros muestran que la TCC grupal es una intervención prometedora en pacientes con afecciones cardiovasculares y malestar psicológico”, finaliza.
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