Sngular, Izertis, Gigas y Altia, excepciones positivas en la ‘bolsa de las pymes’
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Las empresas tecnológicas del BME Growth encaran un 2023 en el que esperan recuperar el buen rumbo tras el año récord que fue 2021, después de que la crisis global de los mercados y de los índices tecnológicos hayan hecho perder a las firmas en su conjunto casi 500 millones de euros de valoración en el pasado ejercicio.
En términos porcentuales, la veintena de valores tecnológicos del antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB) se han dejado un 30%, en línea con las caídas de los principales índices referencias del sector como el Nasdaq o el Stoxx Europe 600 Technology, según ha explicado a Europa Press el director de la casa de análisis Lighthouse, Alfredo Echevarría.
Entre las compañías con peor desempeño, ha destacado Substrate AI, que debutó en mayo valorada en 95 millones de euros en BME Growth y ha cerrado el año con una capitalización de 6,34 millones de euros, un 93,33% menos.
En términos absolutos, Aeternal Mentis (-48%) y Making Science (-55,61%) han sido las compañías que han perdido más valor al cierre del año, al ver evaporarse 125 millones de euros y 101 millones de euros de su capitalización en doce meses.
No obstante, esta caída convierte a estos valores en un potencial objetivo para los inversores. “En un contexto factible de contención progresiva de la inflación y de moderación de las malas perspectivas de crecimiento económico, los precios del sector (y sus múltiplos) tras el ‘hundimento’ de este ejercicio son un reclamo”, ha explicado Echevarría.
De hecho, el analista ha llamado a fijarse en compañías de ‘nicho’ como Netex, especializada en educación digital, y Cuatroochenta, focalizada en software cloud bajo modelo SaaS, de las que espera un despegue en ingresos superior al 20% e “importantes mejoras de márgenes.
En la misma línea, se manifestó el director gerente de BME Growth, Jesús González, durante el último toque de campana del año (precisamente de la consultora tecnológica AtSistemas) quien destacó que, pese a la incertidumbre, existían motivos para ser optimista de cara a 2023.
“Creemos que BME Growth seguirá atrayendo nuevas compañías que puedan enriquecer aún más este mercado que hace sólo una década tenía 22 empresas y hoy cuenta con 134. Y, por supuesto, también seguirá ofreciendo financiación para las empresas ya cotizadas”, señaló.
EXCEPCIONES
No obstante, pese al mal tono general del sector, algunas compañías tecnológicas han mejorado su cotización, como es el caso de las consultoras Sngular e Izertis, cuyos títulos se han apreciado un 12,86% y un 8,72%, respectivamente.
Por su parte, la firma de telecomunicaciones y servicios tecnológicos Gigas y Altia han contenido sus caídas hasta apenas un 5% y un 2,12%, en comparación con el 30% de caída media.
Esto se debe a varios factores que estas compañías tienen en común, según Echevarría (Lighthouse): una capitalización por encima de los 100 millones de euros; su orientación a venta a empresas, no consumidor; foco en la transformación digital y la falta de componentes industriales o de fabricación, lo que relaja la presión en los costes.
Además, todas gozan de un componente multisectorial que hace que su negocio no dependa exclusivamente de un único vertical y han iniciado o desarrollado su internacionalización.
DEBUTANTES Y PERSPECTIVAS
La caída de las acciones tecnológicas no ha disuadido además a dos consultoras tecnológicas para saltar a este mercado en las últimas semanas de diciembre, como ha sido el caso de Seresco y AtSistemas.
Ambas firmas además están recogiendo los frutos de su apuesta, ya que sus títulos han aumentado un 8,1% en el caso de Seresco y más de un 80% en el caso de AtSistemas.
Estas perspectivas podrían animar a otras compañías del sector que han mostrado su interés en pasar a ser compañías públicas como es el caso de la firma gallega de marketing digital Redegal, que está además en el Entorno Pre Mercado de BME, y la valenciana Nunsys.
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