El líder del grupo recalca que “el futuro del país depende de erradicar completamente a los restos del antiguo régimen”
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Mohamed Hamdan Dagalo, ha recalcado que el Ejército de Sudán “debe ser limpiado” de elementos cercanos al régimen del expresidente Omar Hasán al Bashir, derrocado en 2019, y ha apostado por “construir una nueva institución militar”, en el marco de los combates que estallaron el 15 de abril en el país africano entre el grupo, ahora considerado rebelde por Jartum, y las Fuerzas Armadas.
“El futuro del país depende de erradicar completamente a los restos del antiguo régimen, particularmente en el seno de las Fuerzas Armadas. El Ejército debe ser limpiado y llevar a cabo sus deberes libre de la influencia de grupos ideológicos”, ha dicho Dagalo, conocido popularmente como ‘Hemedti’, ha señalado en un mensaje de audio publicado a través de su cuenta en la red social Twitter.
“No volveremos a la era del extremismo, el terrorismo y la hostilidad hacia nuestros socios regionales e internacionales, que aislaron a nuestro país por bloqueos diplomáticos y económicos”, ha manifestado, antes de recalcar “firmemente” que “ya no hay lugar para el antiguo régimen y los responsables de planear golpes de Estado”.
Así, ha manifestado que las RSF buscan “materializar los objetivos de la gloriosa revolución establecer una gobernanza democrática civil, construir una nueva institución militar y crear un Ejército profesional”, al tiempo que ha agregado que “lo más importante es lograr la victoria para nuestro pueblo y su gloriosa revolución, no intereses personales”.
“Nuestros brazos están abiertos a los honorables soldados de las Fuerzas Armadas sudanesas, a los que seguimos pidiendo que dejen de combatir y se sumen a la voluntad popular”, ha dicho ‘Hemedti’, quien ha insistido en que “es responsabilidad de los honorables miembros de las Fuerzas Armadas alinearse con la voluntad popular”.
Por ello, ha hecho hincapié en que las RSF “no permitirán” que personas vinculadas al régimen de Al Bashir “recuperen el poder y sigan humillando, oprimiendo, saqueando recursos y dañando al pueblo” y ha denunciado “el sufrimiento causado por los que secuestraron el aparato de toma de decisiones de las Fuerzas Armadas y arrastraron al país a esta guerra”.
‘Hemedti’ ha abogado así por “una solución exhaustiva” para el conflicto, que ha derivado en “circunstancias catastróficas” para la población, incluido un empeoramiento del “sufrimiento”, “especialmente en Jartum y Darfur”, así como avanzar para “construir un futuro brillante para el país, basado en la justicia y la igualdad, sin discriminación”.
“Estamos llevando a cabo esfuerzos significativos con actores locales e internacionales para aliviar lo máximo posible el sufrimiento”, ha recalcado, antes de insistir en que “el país espera para reconstruirse sobre nuevos pilares”. “Seguimos comprometidos con lograr la victoria (…) para erradicar la injusticia y el nepotismo”, ha reiterado.
“La causa que defendemos está vinculada con el futuro del país y es cuestión de ser o no ser”, ha dicho, antes de advertir de que las RSF “responderán rápidamente a los planes de los que explotan la religión”. “Creemos que Dios nos apoya a nosotros y no a nuestros adversarios, ha reseñado, antes de trasladar a los miembros del grupo paramilitar que “ahora es cuestión de victoria o martirio”.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento de Al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
La guerra ha dejado hasta el momento más de 1.100 muertos, según el Ministerio de Salud sudanés, pero las cifras reales podrían ser mucho más elevadas teniendo en cuenta la violencia intercomunitaria desencadenada en las regiones de Kordofán y Darfur.
Además, más de tres millones de personas han sido desplazadas, incluidas casi 740.000 que han huido a países vecinos, según datos publicados la semana pasada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre informaciones de atrocidades diarias y abusos sexuales a gran escala contra las mujeres y niñas del país.
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