MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y su red asociativa se unieron a la comunidad sorda internacional, representada por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD), para reclamar a los gobiernos celeridad en la aplicación de medidas que garanticen su inclusión en todos los ámbitos: “Queremos vivir en una sociedad justa y democrática en la que los derechos de todas las ciudadanas y ciudadanos valgan lo mismo”.
Esta es una de las reivindicaciones que ponen en relieve coincidiendo con la celebración de la Semana Internacional de las Personas Sordas, que se celebra desde hoy hasta el 25 de septiembre bajo el lema ‘Construyendo comunidades inclusivas para todas y para todos’ (‘Building Inclusive Communities for All’), en referencia a la necesidad de derribar los prejuicios y barreras que impiden la plena participación social de este colectivo.
A lo largo de estos siete días, hay dos fechas destacadas: el viernes 23 de septiembre, Día Internacional de las Lenguas de Signos, y el sábado 24, Día Internacional de las Personas Sordas. Además, cada día de la semana, distintas personas sordas abordarán en las redes sociales con el hashtag #IWDP2022 (Internacional Week of Deaf People) cuestiones de interés como la lengua de signos en la educación, los derechos humanos, el liderazgo, o la diversidad e interseccionalidad de la comunidad sorda entre otras.
Con motivo de la Semana Internacional de las Personas Sordas, la CNSE hizo público un manifiesto ( ‘https://youtu.be/3vMilDC7bUQ’) en el que se apunta al reconocimiento de la diversidad lingüística de la comunidad sorda y el apoyo a su ejercicio.
En este sentido, se pide el pronto desarrollo de un reglamento específico sobre las lenguas de signos españolas desde la perspectiva de los derechos lingüísticos que asegure su presencia en todos los ámbitos, y reclama su incorporación en la Constitución Española, en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, y de manera transversal en cualquier legislación. “Las lenguas de signos son un derecho humano y como tal, deben protegerse y promocionarse”, enfatizan.
Otra de las reivindicaciones de la Confederación es procurar el acceso a una educación inclusiva y de calidad para el alumnado sordo. Al respecto, solicitan que se contemple, de forma integral, la lengua de signos en la atención temprana, ya que “normalizar el aprendizaje y el uso de la lengua de signos entre la infancia sorda es la única manera de evitar la aparición de situaciones discapacitantes como el Síndrome de Privación Lingüística que afecta a millones de niñas y niños sordos en todo el mundo”.
Asimismo, exigen que se proporcione a estas alumnas y alumnos una red de centros bilingües y una dotación de recursos suficiente que impida que pasen “ni un solo día” sin intérpretes, sin asesores sordos especialistas en lengua de signos, ni sin las ayudas técnicas que requieran.
El manifiesto también hizo referencia a la falta de accesibilidad que afecta a las personas sordas y que merma su igualdad de oportunidades. Por ello, quieren garantizar su acceso a la información institucional y a la comunicación con las administraciones públicas tanto en lengua de signos como en textos escritos, lo que implica la accesibilidad de todas las páginas web, del contenido audiovisual que se genere, y de los bienes y servicios públicos.
De igual modo, urgen a “preservar la accesibilidad y estandarización de los servicios de emergencia (112) incluyendo atención directa en lengua de signos, a procurar una atención específica para mujeres sordas víctimas de violencia de género y una teleasistencia accesible para las personas mayores sordas y en situación de dependencia, y a promover servicios de salud accesibles en lengua de signos y en otros sistemas de comunicación visuales tanto en escenarios de atención presencial, como de telemedicina y de urgencia sanitaria.
En lo que a empleo se refiere, desde la Confederación instaron a que se favorezca la inserción, promoción e inclusión laboral de las personas sordas en empresas ordinarias y en la administración pública, y a que se eliminen las restricciones que impiden el acceso a determinadas ocupaciones por el hecho de ser sordas. A su vez, solicitan que se aseguren las adaptaciones precisas en cada puesto de trabajo, incluyendo la formación continua en lengua de signos, y que se reconozca y regule el perfil profesional de las personas sordas especialistas en lengua de signos y se mejoren sus condiciones laborales.
Por último, reclamaron un incremento de las ayudas a las entidades del movimiento asociativo para que puedan seguir atendiendo a las personas sordas, visibilizando sus necesidades, y haciendo valer sus derechos. Y es que, para la CNSE, es tiempo de reconocer el valor social y comunitario de la red de federaciones y asociaciones autonómicas que la conforman, y que han sabido trabajar de forma cohesionada y solidaria en pro de este colectivo: “Las personas sordas queremos garantías”, concluyen.
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