MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
La artista con discapacidad Berta López Carballo destaca el poder sanador del arte, ya que permite hablar de lo que más sabe cada uno, conectar con gente a la que le pasa lo mismo que a ti” y lamentó que haya personas que “viven de espaldas a la muerte, que piensan que no se van a morir nunca y que se creen que nunca pueden tener un problema de salud”. “Esos son los que en mayor peligró están porque viven de espaldas a la realidad”, deslizó.
Lo puso de manifiesto durante la celebración del diálogo ‘Arte y Salud Mental’, que organizó la agencia de noticias Servimedia, en el que estuvieron presentes, además de la propia Berta López Carballo, el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa; el director de Accesibilidad e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández; la directora artística de CentroCentro, Julieta de Haro; y la comisaria de la bienal Mercè Luz Arqué.
El diálogo sirvió para presentar la IX Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE, que estará consagrada en esa edición a la salud mental, y que se podrá visitar en el espacio CentroCentro del Ayuntamiento de Madrid entre el 25 de septiembre y el 12 de enero de 2025.
En su intervención, Berta López Carballo adujo que llegó al arte “por estar siempre un poco perdida y por estar un poco fuera” y descubrió gracias a la escritura de sus diarios su lugar como artista.
Defendió la necesidad de hablar del suicidio en sus obras y comentó que en las obras que ha compuesto para la muestra ha bordado el número ‘024’, en referencia a la línea de atención a la conducta suicida. “Es un tema del que hay que hablar, no es un tema para invisibilizarlo”, puesto que “es la mayor causa de muerte externa entre 12 y 19 años”.
La artista abundó en el poder sanador del arte, gracias al cual se puede “hablar de lo que más sabe cada uno, conectar con gente a la que le pasa lo mismo que a ti” y refrendó que “el público cada vez reacciona mejor al ver obras realizadas por personas con discapacidad”.
Subrayó el poder sanador del arte, ya que permite hablar de lo que más sabe cada uno, conectar con gente a la que le pasa lo mismo que a ti” y lamentó que haya personas que “viven de espaldas a la muerte, que piensan que no se van a morir nunca y que se creen que nunca pueden tener un problema de salud”. “Esos son los que en mayor peligró están porque viven de espaldas a la realidad”, aseveró.
También puso de manifiesto que el arte “permite hablar de lo que más sabe uno” y “conectar con gente a la que le pasa lo mismo que a ti” y defendió que “el artista cuente cosas de sí mismo y de las situaciones que vive”.
Por su parte, Jesús Hernández señaló que en la edición de este año se ha elegido la salud mental como eje porque ésta una cuestión que “nos preocupa mucho en Fundación ONCE” y situó al arte como “una herramienta curativa y un generador de reflexión, de felicidad”, susceptible de “provocar dopamina para sentirnos un poco mejor para disfrutar de la belleza y del concepto”.
Mercè Luis Arqué reseñó que la salud mental es un “problema candente en la sociedad”, como ha quedado acreditado tras la pandemia, que afectó notablemente a los adolescentes y al conjunto de la población.
Ante esta situación, reivindicó los efectos sanadores del arte, al que definió como un instrumento al que “explicar el yo interior de alguna manera que no puedes explicar de otra manera”.
Por último, Julieta de Haro comentó que la salud mental actualmente es un “tema candente”, como lo evidencia que “en nuestro entorno, de forma próxima o lejana, conocemos a alguien con problemas de salud mental”, por lo que ensalzó el papel “terapéutico” del arte.
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