MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
Fundación ONCE ha reclamado que en 2025 se avance hacia un “nuevo marco legislativo que realmente impulse la creación y estabilidad del empleo” para las personas con discapacidad, al tiempo que defendió que se debe garantizar la sostenibilidad de los centros especiales de empleo de iniciativa social (Ceeis), poniendo en valor “el importante pilar que son” para el mantenimiento de puestos de trabajo para esta parte de la ciudadanía en el marco de la economía social.
Estas son algunas de las demandas expresadas por la directora de Empleo, Formación y Proyectos de Fundación ONCE, Sabina Lobato, en declaraciones a Servimedia, en las que lamentó que “comenzamos el año 2025 con escasos avances en el empleo de las personas con discapacidad”.
De hecho, destacó que el pasado año ha habido una disminución del número de contratos que es más intensa entre las personas con discapacidad, aunque aclaró que todavía falta la desagregación de los datos por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
“Pueden parecer cambios imperceptibles, pero lo cierto es que las variaciones en los indicadores de empleo casi siempre se acrecientan a peor cuando se pone el foco en las personas con discapacidad, lo que hace que sistemáticamente se incremente la brecha entre personas con y sin discapacidad”, ahondó Lobato.
Eso sí, reconoció avances, dado que la discapacidad, al igual que otros colectivos, “está presente en los discursos y las estrategias empresariales en cuanto a captación de talento diverso, mayor accesibilidad y acción social, principalmente”. Dicho esto, precisó que “nos falta dar un paso más audaz y valiente en incorporar todo esto en las agendas, en el día a día de la gestión”.
Así las cosas, para mejorar la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado laboral, Sabina Lobato apostó por un nuevo marco legal y por garantizar la sostenibilidad de los Ceeis, pero también pidió un “compromiso por apoyar estrategias dirigidas a elevar los niveles formativos y la empleabilidad a largo plazo”.
FORMACIÓN
En este punto, puso el foco en la relevancia de potenciar las competencias blandas (como habilidades sociales), con el fin de cambiar los perfiles profesionales a los que acceden las personas con discapacidad y que “retroalimenta la percepción capacitista sobre los empleos que pueden desempeñar”.
Asimismo, reclamó habilitar mecanismos que permitan el acceso de personas con discapacidad, especialmente las que tienen mayores necesidades de apoyo, a primeras oportunidades laborales, bien por ser jóvenes sin experiencia alguna o por tratarse de personas a las que les ha sobrevenido una discapacidad y han realizado un “esfuerzo enorme” por reciclarse profesionalmente, como muchas de las personas que pasan por el programa ‘Por Talento Digital’ de Fundación ONCE.
Además, la directora de Empleo, Formación y Proyectos de Fundación ONCE avisó de que hay personas que no solo sufren discriminación por discapacidad, sino por edadismo a la hora de buscar trabajo.
ESTATUTO DEL BECARIO
Por otro lado, demandó una “gran cautela” sobre el impacto de la nueva legislación en materia de prácticas laborales, el denominado Estatuto del Becario, para que “no limite el acceso de las personas con discapacidad a oportunidades de formación en el ámbito de la empresa”, dado que en muchas ocasiones deben acudir a programas de formación específicos no reglados por falta de accesibilidad en los sistemas ordinarios.
Igualmente, abogó por ser “ambiciosos y valientes” para que las estrategias públicas y las iniciativas y proyectos de la iniciativa privada para alcanzar los retos de la transición ecológica tengan un impacto destacado en la generación de empleo para personas con discapacidad. “¿Por qué no exigir que la financiación con fondos públicos de grandes proyectos como los de las plantas de baterías contemplen un objetivo relevante en cuanto a los empleos que se generen para personas con discapacidad?”, se preguntó Lobato.
Expuestas estas reivindicaciones, esta responsable de Fundación ONCE recordó que las personas con discapacidad suponen el 6,2% de la población en edad laboral y apenas firman el 1,7% de los contratos que se formalizan.
“Ser ambiciosos también significa pensar en innovar y en provocar cambios sistémicos en las dinámicas del mercado laboral y de la contratación, para romper con la discriminación, el capacitismo, la falta de oportunidades y, en definitiva, en construir una verdadera cultura inclusiva en las empresas”, apostilló.
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