MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Las personas adultas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen un mayor riesgo de desarrollar una variedad de enfermedades cardiovasculares que aquellos que no tienen la afección, según un estudio observacional dirigido por investigadores del Karolinska Institutet y la Universidad de Örebro en Suecia y que ha sido publicado en la revista ‘World Psychiatry’.
El TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes, con una prevalencia global de alrededor del 2,5 por ciento en adultos. A menudo existe en paralelo con otras condiciones psiquiátricas y físicas, algunas de las cuales se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).
En el estudio actual, los investigadores buscaron desenmascarar la correlación entre el TDAH y unas 20 enfermedades cardiovasculares diferentes cuando se separan de otros factores de riesgo conocidos, como la diabetes tipo 2, obesidad, tabaquismo, problemas del sueño y trastornos mentales.
“Descubrimos que los adultos con TDAH tenían más del doble de probabilidades de desarrollar, al menos, una enfermedad cardiovascular, en comparación con aquellos que no lo padecen. Cuando tomamos en cuenta otros factores de riesgo bien establecidos para las enfermedades cardiovasculares, la asociación se debilitó pero siguió siendo significativa, lo que indica que el TDAH es un factor de riesgo independiente para una amplia gama de enfermedades cardiovasculares”, han dicho los expertos.
Los hallazgos se basan en los datos del registro nacional de más de cinco millones de adultos suecos, incluidas unas 37.000 personas con TDAH. Después de un promedio de 11,8 años de seguimiento, el 38 por ciento de las personas con TDAH tenían al menos un diagnóstico de enfermedad cardiovascular, en comparación con el 24 por ciento de las personas sin TDAH.
Los riesgos fueron elevados para todos los tipos de enfermedades cardiovasculares y especialmente altos para paro cardíaco, accidente cerebrovascular hemorrágico y enfermedades vasculares periféricas. La asociación fue algo más fuerte en los hombres que en las mujeres.
Asimismo, algunas comorbilidades psiquiátricas, especialmente los trastornos alimentarios y por consumo de sustancias, aumentaron significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con TDAH. El tratamiento con estimulantes y otras drogas psiquiátricas, como antidepresivos y medicamentos para reducir la ansiedad, no afectó materialmente la asociación entre el TDAH y la enfermedad cardiovascular.
“Los médicos deben considerar cuidadosamente la comorbilidad psiquiátrica y los factores del estilo de vida para ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con TDAH, pero también necesitamos más investigación para explorar mecanismos biológicos plausibles, como los componentes genéticos compartidos para el TDAH y la enfermedad cardiovascular”, han zanjado los expertos.
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, el Consejo Sueco de Investigación, la Fundación Sueca del Cerebro, el Consejo Sueco para la Salud, la Vida Laboral y el Bienestar y la Sociedad Sueca de Investigación Médica.
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