MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Este 1 de enero entra en vigor la subida general del 2,8% de las pensiones, aunque será levemente superior en el caso de las prestaciones máximas, mientras que las mínimas aumentarán muy por encima, una medida que el Gobierno espera que tenga un coste de al menos 7.000 millones de euros. Ello, mientras la edad de jubilación subirá dos meses, hasta los 66 años y ocho meses, para quienes tengan menos de 38 años y tres meses cotizados.
La revalorización general de las pensiones del 2,8% aprobada por el Gobierno es fruto de la aplicación de la reforma de pensiones aprobada en la pasada legislatura por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, acordada en parte con los sindicatos y la patronal.
La norma liga la evolución de las pensiones al IPC medio entre diciembre y noviembre, con el fin de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas. Asimismo, para evitar el riesgo de exclusión, establece que las pensiones mínimas y prestaciones no contributivas aumentarán por encima de ese dato.
Así las cosas, entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024 la media de la inflación fue del 2,8%, por lo que las pensiones aumentarán, en líneas generales, este porcentaje. De este modo, la pensión mínima para los pensionistas de 65 años o mayores se fija en 12.241,60 euros anuales y en 15.786,40 en el caso de jubilados con cónyuge a cargo. Los menores de esa edad recibirán 11.452 euros y 15.786,40 si tienen cónyuge a cargo.
El ejercicio 2025 es ya el cuarto año que se revalorizan las pensiones de acuerdo con el IPC: un 2,8% en 2025, un 3,8% en 2024, un 8,5% en 2023 y un 2,5% en 2022.
CUANTÍAS
Así, la pensión media de jubilación pasará de 1.441 euros mensuales en 2024 a 1.481,35 en 2025, lo que supone un incremento de 564,87 euros al año. La pensión media del sistema, considerando todas las modalidades de pensiones y prestaciones, aumenta en torno a 500 euros anuales.
Las pensiones mínimas subirán alrededor del 6% en 2025, las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) se revalorizarán un 9% y las de viudedad con cargas familiares un 9,1%.
De su lado, las pensiones no contributivas del sistema de la Seguridad Social de invalidez y jubilación tendrán un importe anual de 7.905,80 euros. Además, las prestaciones de orfandad causadas por violencia contra la mujer experimentarán en 2025 un incremento igual al que se apruebe para el salario mínimo interprofesional para ese año.
Las pensiones no contributivas del extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) se revalorizarán en un 6% para 2025, lo que supone alcanzar los 560 euros mensuales en el caso de las no concurrentes con otras pensiones públicas y los 543,60 para las concurrentes.
La asignación no contributiva por hijo a cargo o menor con discapacidad reconocida igual o superior al 65% alcanza en 2025 los 5.805,6 euros al año. Si la discapacidad es igual o superior al 75% se sitúa en 8.707,20 euros.
El complemento para la reducción de la brecha de género de las pensiones contributivas queda fijado para 2025 en 35,90 euros mensuales. Es el resultado de sumar un 5% adicional al porcentaje general de revalorización del 2,8%.
PENSIÓN MÁXIMA
En tanto se apruebe la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2025, el límite máximo establecido para la percepción de las pensiones públicas del sistema de Seguridad Social y clases pasivas causadas en 2025 será de 3.267,60 euros mensuales o 45.746,40 anuales. En este caso, en aplicación de la reforma de pensiones, las prestaciones máximas subirán un 2,91%, dado que también crecerá la aportación a la Seguridad Social de los salarios más altos de los trabajadores en activo.
No obstante, cabe destacar que para reforzar la sostenibilidad del sistema, el alza de las pensiones más elevadas se realiza de forma más lenta que las cotizaciones de los sueldos más abultados.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones envía cada año una carta a los pensionistas para comunicarles la revalorización de su pensión y la cuantía exacta que percibirán. Esta notificación se hará a los más de 12 millones de pensionistas y perceptores de prestaciones que conservan o aumentan su poder adquisitivo: los beneficiarios de pensiones contributivas y no contributivas, los de Clases Pasivas, los hogares que reciben el Ingreso Mínimo Vital y los perceptores de prestaciones por hijo a cargo con discapacidad igual o superior al 65%. Alrededor del 25% de los ciudadanos se beneficiarán de la subida que garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas.
EDAD DE JUBILACIÓN
En otro orden de cosas, la reforma de pensiones de 2011 aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estableció entre 2013 y 2027 un progresivo aumento de la edad de jubilación, de los 65 a los 67 años, y del tiempo cotizado para poder retirarse a los 65 años hasta los 38 años y seis meses.
En 2024 esas cifras se colocaron en 66 años y seis meses y a los 38 años. Con la llegada de 2025 subirán hasta los 66 años y ocho meses y 38 años y tres meses, es decir, dos y tres meses más.
Por otro lado, 2025 será el año en el que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) evaluará por primera vez la marcha del sistema de pensiones tras la entrada en funcionamiento del grueso de la misma hace tres años.
La legislación establece que trianualmente este organismo supervisará la situación de la Seguridad Social y, en su caso, realizará recomendaciones que refuercen su sostenibilidad si se rebasaran determinados niveles de gasto.
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