MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Varias organizaciones de la ONU han alertado este miércoles ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de la crisis humanitaria en Sudán, en el marco del conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que ha empujado a millones de personas al borde de la hambruna, por lo que toda una generación podría ser destruida.
La directora de operaciones y promoción de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Edem Wosornu, ha indicado que “Sudán es uno de los peores desastres humanitarios de los últimos tiempos”, que ha precipitado la mayor crisis de desplazamiento internacional del mundo y va “en camino de convertirse en la peor crisis de hambre del mundo”, con estimaciones que indican que en los próximos meses 222.000 niños podrían morir de desnutrición.
Wosornu ha señalado que hay informes de fosas comunes, violaciones en grupo, ataques sorprendentemente indiscriminados en zonas densamente pobladas y “muchos horrores más” que podrían equivaler a crímenes de guerra. En Jartum, Darfur y Kordofán no ha habido tregua de los combates durante 340 días. A esto se suma que, durante los conflictos ha habido saqueos y destrucción generalizada de infraestructura crítica y los precios de los productos alimenticios básicos han aumentado un 83 por ciento.
A pesar de la necesidad de ayuda humanitaria, no ha habido grandes avances sobre el terreno, asimismo, ha indicado que los puntos de entrada de ayuda identificados deben ponerse operativos lo antes posible y las partes deben proteger al personal y suministros. También ha subrayado que ha relatado la situación en ocho sesiones desde que estalló el conflicto y ha incidido en que no puede explicar con mayor claridad la situación catastrófica para evidenciar la “necesidad de que el Consejo actúe”.
El director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Carl Skau, se ha hecho eco de las advertencias de Wosornu y ha subrayado que casi 28 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda en la región, de los cuales 18 millones se encuentran en Sudán y el resto en sus países vecinos, Sudán del Sur y Chad, que acogen a miles de refugiados.
El PMA ha trabajado “sin cesar para satisfacer las enormes necesidades humanitarias”, arriesgando su propia seguridad, pero las operaciones para rescatar a los civiles que se encuentran atrapados en áreas inaccesibles “se ven gravemente obstaculizadas por la falta de acceso y recursos”, ha denunciado.
La “crisis olvidada” requiere soluciones políticas para detener los combates y “se nos está acabando el tiempo”, ha declarado ante su preocupación de que el hambre aumente cuando llegue la temporada de escasez de alimentos a Sudán, que se espera para mayo.
El director general adjunto de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Maurizio Martina, ha señalado que la expansión de las hostilidades al sudeste del país ha tenido “graves consecuencias” para la cosecha de enero, amenazando “significativamente” la producción nacional de alimentos. “Las perspectivas para la producción de alimentos en 2024 son sombrías”, ha reconocido.
Por su parte, el representante de Sudán ante la ONU, Hamid Hassan, ha insistido en que el país se enfrenta a “una agresión” con Emiratos Árabes Unidos apoyando, financiando y suministrando armas y equipos a las RSF, mientras que ha recordado que existe un embargo de armas que debe respetarse.
“No hay ningún intento de obstaculizar el suministro y la entrega de ayuda humanitaria (…) No hay indicios de que Sudán esté al borde de una hambruna”, ha afirmado durante su intervención ante el organismo de la ONU encargado de mantener la paz y seguridad en el mundo.
DECENAS DE PAÍSES PIDEN ACCESO HUMANITARIO
La ‘troika’ para Sudán, integrada por Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, ha emitido un comunicado pidiendo acceso humanitario en el país africano, texto que ha contado con el apoyo de más de 40 Estados miembros de la ONU.
“Cuanto más dure este conflicto y cuanto más se extiendan los combates, mayor será la necesidad. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que acepten un alto el fuego durante el Ramadán”, han indicado al hacer referencia a que 18 millones de personas sufren niveles críticos de inseguridad alimentaria.
Así, han hecho un llamamiento al Ejército sudanés para que respete plenamente sus compromisos de facilitar las operaciones transfronterizas y se abstenga de cualquier medida que impida que la ayuda vital llegue a quienes la necesitan. En este sentido, han indicado que “se debe permitir que continúe el trabajo vital de los socorristas locales, las agencias de la ONU y los socios internacionales”.
“Es probable que el número de muertos en Sudán sea mucho mayor que los 14.000 verificados hasta la fecha. Cada día que se impide que la asistencia humanitaria llegue a quienes la necesitan, ese número aumentará y el pueblo sudanés avanzará hacia niveles catastróficos de inseguridad alimentaria”, han criticado.
Por ello, han instado a todas las partes a cumplir con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario y la Declaración de Yedá, permitir el acceso humanitario “rápido, seguro y sin obstáculos” para “proteer al pueblo de Sudán de más sufrimiento y muerte”.
OMS: “CRISIS HUMANITARIA DE PROPORCIONES ÉPICAS”
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha “acogido con satisfacción” la declaración conjunta anteriormente mencionada que insta a un acceso de ayuda sin restricciones en todo el país.
“El conflicto en Sudán ha sumido al país en una crisis humanitaria de proporciones épicas”, ha lamentado tras aplaudir las solicitudes para prestar ayuda “vital” que se necesita “urgentemente” en Sudán.
La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento de Omar al Bashir.
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