MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Las obras de artistas vivos se postulan como una nueva clase de activo refugio en épocas de alta inflación, ya que suelen revalorizarse más que las de artistas ya consagrados, pero requieren un mayor nivel de conocimiento que otros activos como el oro y una estrategia clara.
Así lo ha explicado el consejero delegado de Saisho, Carlos Suárez, en una entrevista con Europa Press, en la que ha señalado que la mayor parte de los inversores “no son conscientes” de la capacidad de actuar como activo refugio que tienen las obras de arte. “El arte funciona de activo refugio como el oro, pero los que son conscientes, desconocen su funcionamiento”, ha señalado.
Para comprar arte, el inversor debe de tener clara su estrategia y saber lo que está comprando, además de pensar en cómo se va a liquidar.
El consejero delegado de Saisho ha añadido que invertir en oro es más sencillo, pero apostar por arte requiere muchos más conocimientos. “Si tienes el asesoramiento adecuado, sí tiene sentido meterse”, ha destacado.
Por otro lado, la subida de tipos no afecta a los artistas vivos en crecimiento, que sí se ven influidos por otros factores como la validación por parte de comisarios, entre otros.
Suárez sí ha puntualizado que el problema del arte es que hay un mayor riesgo de iliquidez que con otros activos, por eso el rendimiento es mayor, ya que el universo de compradores es limitado.
No es el caso de los artistas consagrados o ‘blue chips’, que tienen una liquidez mayor en escenarios de inflación baja, aunque se trata de un desembolso “que no es para todos los bolsillos”, ya que suelen ser inversiones a partir de los 30.000 euros, ha explicado Suárez.
Ante tasas altas de inflación, este tipo de obras no es la mejor opción porque “es mucho más difícil comprar barato y vender caro”. Así, es mejor apostar por obras de artistas vivos, que tengan aún capacidad de crecimiento.
“Parece que tienen más riesgo, pero también tienen un mayor potencial de retorno. Suelen tener además una mayor demanda que los consagrados”, ha indicado.
No obstante, los ciudadanos de otros países que sufren altas tasas de inflación desde hace años sí están más abiertos a invertir en arte: Suárez ha señalado que en Saisho están a punto de cerrar ‘deals’ con varios inversores latinoamericanos de países como Argentina, entre otros.
El consejero delegado de Saisho ha definido el arte como “acíclico”, ya que no se ve afectado por los eventos macroeconómicos como sí lo hacen otras clases de activos como la renta fija o la renta variable.
BUENA INVERSIÓN EN TIEMPOS DE GUERRA
En una entrevista previa con Europa Press, Suárez señalaba que esta clase de activo también funciona bien en tiempos de guerra, al actual de refugio como el oro.
“El arte se comporta ante las guerras o crisis como cualquier activo refugio. Ante mayor incertidumbre, resulta una protección contra la inflación muy buena y que, en función del artista, puede resultar relativamente liquida”, apuntaba el consejero delegado de Saisho.
En ese escenario, los artistas consagrados suelen verse beneficiados, al igual que las obras renacentistas en la década de los noventa.
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