MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
La mayoría de las empresas multinacionales españolas carece de “planes creíbles” con objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociados a sus viajes aéreos corporativos.
Así se recoge en la segunda edición de un ranking sobre viajes de negocios elaborado por la campaña internacional Travel Smart, liderada por la coalición europea Transport & Enviroment, de la que forman parte Ecodes, eco-union y Ecologistas en Acción. El estudio analiza 322 compañías estadounidenses, europeas o indias.
Las multinacionales se clasifican en función de 10 indicadores relacionados con las emisiones de los viajes aéreos, los objetivos de reducción y la presentación de informes.
En función de su puntuación, las empresas reciben una calificación de A (11 compañías), B (38), C (212) o D (61), de mayor a menor compromiso en reducir las emisiones de CO2 de sus vuelos.
De las 18 empresas españolas del ranking, solo Mapfre ha establecido un objetivo para reducir las emisiones de los vuelos de negocios (un 8% menos en 2024), razón por la cual es la única en ser catalogada con la B.
Las demás compañías españolas son Abertis Infraestructuras, Acciona, ACS, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Gestamp, Grifols, Grupo Elecnor, Iberdrola, Inditex, Indra, Naturgy, Repsol, Técnicas Reunidas y Telefónica (C), y El Corte Inglés (D).
Solo cuatro multinacionales del ranking cumplen con los principales criterios requeridos, esto es, informar de las emisiones de los viajes en avión y comprometerse a reducirlas en un 50% o más para 2025 o antes. Se trata de la farmacéutica Novo Nordisk (Dinamarca), la reaseguradora Swiss Re (Suiza), la gestora de fondos de inversión Fidelity International (Reino Unido) y el banco ABN Amro (Países Bajos).
NOVEDAD
Una de las principales novedades del ranking de este año es que por primera vez se evalúa si las empresas reportan sobre las emisiones de gases de efecto invernadero distintas del CO2 asociadas a sus vuelos. Mapfre y Telefónica son las únicas compañías españolas que informan sobre todas las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los vuelos corporativos.
Según la Agencia Europea de Seguridad Aérea, el impacto climático de los vuelos de negocios va más allá de las emisiones de CO2. Los motores de los aviones emiten otros gases -óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y agua (H2O)- y partículas como el hollín.
Se trata de emisiones distintas del dióxido de carbono y se calcula que tienen el doble de efecto de calentamiento climático que el CO2 emitido por los vuelos. Sin embargo, muy pocas empresas reflejan el impacto completo de los vuelos de negocios contabilizando los efectos no relacionados con ese gas.
El fabricante de vehículos Volkswagen (Alemania), la consultora KPMG (Reino Unido) y la farmacéutica Johnson & Johnson (Estados Unidos) son las tres principales emisoras sin objetivos para reducir las emisiones de los viajes corporativos, todo lo contrario que entidades de tamaño y sector similares, como McKinsey (Estados Unidos), Deloitte (Reino Unido) y AstraZeneca (Reino Unido).
En el panorama español, las compañías que más emitieron en 2019 como consecuencia de sus vuelos corporativos fueron Indra (62.787 toneladas de CO2), Banco Santander (53.445 toneladas) e Inditex (34.219 toneladas).
“VISTA GORDA”
La campaña Travel Smart pide a las empresas que fijen objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de los viajes corporativos, que cambien el avión por el tren cuando sea posible y que den prioridad a las videoconferencias como sustituto de los vuelos de larga distancia.
“Las empresas hacen la vista gorda ante los perjuicios de volar por trabajo. La mayoría está tomando muy pocas o ninguna medida con respecto a los vuelos de negocios, lo que hace que cualquier otro objetivo de viajes carezca de sentido en el contexto de la lucha contra el cambio climático”, indicó Pablo Muñoz, responsable de la campaña de aviación y ferrocarril de Ecologistas en Acción.
Lucia Rua, responsable del proyecto de aviación de Ecodes, lamentó que “solo unos pocos de los líderes de la clasificación se alinean con la ciencia informando sobre las emisiones distintas del CO2, la parte oculta del iceberg del impacto climático total de la aviación”. “Los vuelos de negocios son perjudiciales para el planeta en muchos más niveles de los que algunas empresas parecen darse cuenta”, apostilló.
“Las grandes empresas tienen un papel desproporcionado que desempeñar en la reducción de las emisiones de sus viajes de negocios. Los medios para lograrlo son más accesibles que nunca: el ferrocarril cuando las distancias lo permiten y la videoconferencia para evitar los vuelos de larga distancia, recalcó Helena Fortea, técnica de comunicación y proyectos en eco-union.
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