MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Las juntas militares instauradas en Malí, Burkina Faso y Níger a través de los golpes de Estado entre 2020 y 2023 han felicitado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, por su victoria en las elecciones en el país euroasiático y han expresado su deseo de seguir estrechando lazos con Moscú, en el marco de su distanciamiento de sus tradicionales aliados occidentales, principalmente Francia.
El líder de la junta de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, ha trasladado su felicitación a Putin y le ha deseado “mucho éxito”, antes de afirmar que espera que “este nuevo mandato contribuya al refuerzo de unas relaciones ya excelentes” entre ambos países, “en beneficio de los valientes pueblos burkinés y ruso”.
Asimismo, el líder de la junta de Níger, Abdourahamane Tchiani, ha aplaudido la “brillante reelección” de Putin y ha expresado su deseo de que Putin “tenga éxito en la materialización de su elevada y estimulante misión”, al tiempo que ha ensalzado que los rusos “han renovado su confianza” en el mandatario a través de esta deslumbrante victoria” en las urnas”.
El Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP) –nombre oficial de la junta– ha indicado en su cuenta en la red social X que esta victoria muestra la “adhesión” de la población rusa “al programa de gobierno” de Putin y “su ambición legítima de seguir haciendo que Rusia progrese en todos los campos económicos y políticos”.
“Níger, que está en una lucha histórica para la reconquista de su soberanía y su desarrollo, sabe que puede contar con su compromiso personal y con la cooperación de Rusia para llevar a cabo su combate patriótico”, ha manifestado Tchiani, quien ha abierto la puerta a “reforzar unas relaciones ya excelentes entre ambos países”.
Por su parte, el líder de la junta de Malí, Assimi Goita, ha felicitado igualmente a Putin por “la renovada confianza por parte de su pueblo” y le ha deseado “éxito total en el desempeño de sus funciones”. “En calidad de socio estratégico y sincero de Malí, le renuevo nuestra total amistad”, ha remachado.
Las juntas de Malí, Burkina Faso y Níger han cortado sus lazos militares con Francia y han ordenado la salida de sus militares del país, desatando las preocupaciones de París por la pérdida de su tradicional peso en sus antiguas colonias en esta zona de África y por el acercamiento de estos países a Rusia.
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