MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Las familias monoparentales españolas dicen estar “en shock” y “de duelo” porque, ante el adelanto electoral y la disolución de las Cortes Generales, decae la Ley de familias y lamentan que quedarán “otra vez en el cajón”.
“Estamos en shock todavía, ahora mismo tenemos la sensación de volver a quedar otra vez en el cajón, con todo lo que hemos peleado en el reconocimiento de las familias monoparentales”, ha manifestado la presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), Carmen Flores, en declaraciones a Europa Press.
Con la nueva ley de familias, se creaba la denominación de ‘Familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza’ equiparando a las familias monoparentales con dos hijos a las numerosas. Aun así, las monoparentales advertían de que la ley se quedaba corta pues no equiparaba a las monoparentales con un hijo ni reconocía la duplicidad de los permisos por nacimiento y de conciliación.
“Teníamos la esperanza de que en el período de enmiendas pudiera haber cambios significativos para nosotras, pero todo esto se queda fuera”, ha lamentado Flores.
Por un lado, tienen la “sensación de ser las últimas” porque, durante esta legislatura se han aprobado leyes dirigidas a otros colectivos. En su caso, consideran que “o ha costado más negociar” o las han “dejado para el final”. En cualquier caso, la lectura que hacen es que se trata de “una oportunidad perdida”.
Flores ha afirmado que están “cansadas”. “El cansancio es supremo, en este recorrido hay muchas mujeres que están esperando la ley para no seguir sintiéndose discriminadas, ahora mismo estamos de duelo porque no sabemos qué va a pasar”, ha apuntado.
Por ello, desde FAMS piden al nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo 23 de julio que retome esta ley de familias y, en concreto, el reconocimiento a las monoparentales. “Es urgente porque los datos de pobreza están ahí y son muy alarmantes”, ha señalado Flores, recordando que más del 50% de estas familias con menores a cargo están en riesgo de pobreza. “Hay una falta de empatía y en esta ley ya empezábamos a ver algo oficial”, ha lamentado.
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