MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Un estudio del Banco de España muestra que las empresas que resultan adjudicatarias de licitaciones asociadas a los fondos europeos para la recuperación o ‘Next Generation EU’ (NGEU) presentan un mayor tamaño, una mayor productividad y unas mejores condiciones de acceso a la financiación bancaria en comparación con las empresas no adjudicatarias de licitaciones públicas y las que obtienen otras licitaciones pero que no están vinculadas a los fondos de recuperación.
Así se desprende del estudio publicado este jueves sobre una primera caracterización de las empresas receptoras de los fondos europeos en España.
El estudio indica que el tamaño promedio de las empresas NGEU es de 57 empleados, frente al tamaño de 15 y 52 empleados para las empresas no adjudicatarias y adjudicatarias no-NGEU, respectivamente.
Este hecho de que resulten adjudicatarias empresas de mayor tamaño lo justifica, al menos en parte, a que los fondos se estarían utilizando para financiar proyectos sustancialmente más cuantiosos que los de las licitaciones anteriores a los fondos europeos vinculados al covid. El importe promedio de estos fondos es de 940.800 euros en el caso de las licitaciones NGEU frente al importe promedio de 73.000 euros en el caso de las licitaciones no-NGEU.
Asociado a estas empresas más grandes, se detecta que tienen una mayor productividad, un mayor patrimonio neto, un menor tipo de interés en sus préstamos bancarios y un mayor grado de resiliencia durante la pandemia al experimentar una menor caída en sus ventas durante el año 2020.
Más del 60% del monto total concedido en licitaciones NGEU se concentra en empresas de más de 250 empleados, en contraste con aproximadamente el 35% del monto total concedido en licitaciones no-NGEU.
Sectores como la construcción, la información y comunicación y el comercio tienen un mayor peso en las licitaciones con los fondos por el covid. Sin embargo, el sector manufacturero tiene un menor peso.
SUBVENCIONES
El estudio analiza también las empresas que resultan beneficiarias de subvenciones asociadas a los fondos de recuperación y concluye que las empresas de menor tamaño y peor acceso a la financiación se estarían beneficiando en mayor medida en comparación con otros programas de subvenciones públicas.
En promedio, las empresas que han recibido exclusivamente subvenciones NGEU presentan un tamaño de 17 empleados, por debajo del tamaño promedio de las empresas beneficiarias de subvenciones no-NGEU y de las empresas beneficiarias de subvenciones no-NGEU y NGEU. El 55% de las empresas beneficiarias de subvenciones NGEU tienen menos de 10 empleados.
Cerca del 40% del monto total concedido en subvenciones NGEU se concentra en empresas de entre 10 y 50 empleados, en contraste con aproximadamente el 25% del monto total concedido en subvenciones no-NGEU.
El importe promedio es de 42.000 euros en el caso de las subvenciones NGEU y de 34.700 en el caso de las subvenciones no-NGEU.
Por sectores, se observa un peso ligeramente superior en las subvenciones dirigidas a las ramas de manufacturas, de información y comunicación y de actividades profesionales, científicas y técnicas, lo que estaría en línea con el objetivo de apoyar la transición digital como una de las prioridades de los fondos de recuperación.
El artículo finaliza destacando que la cuantificación del impacto macroeconómico de los fondos europeos para la recuperación y de los criterios de asignación requiere herramientas de modelización que permitan calibrar sus efectos. Considera que el impacto a largo plazo del programa europeo dependerá, fundamentalmente, de la capacidad transformadora de los proyectos de inversión seleccionados y de su complementariedad con las reformas estructurales implementadas, “aspectos ambos sobre los que aún no se dispone de la información necesaria para realizar un estudio riguroso”.
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