MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Las 28 principales empresas del Ibex-35 obtuvieron 15.800 millones de euros en “beneficios caídos del cielo” en 2021 y 18.400 millones durante 2022, según el informe publicado este jueves por Oxfam Intermón y actionAid a partir de la lista ‘Global 2000’ de Forbes.
En 2021 y 2022 los beneficios de estas empresas crecieron un 39 y un 43%, respectivamente, respecto al período prepandemia (2016-2019). Esta subida se dio en “plena crisis por el coste de la vida” y coincidió con un retroceso de más del 5% en los salarios reales en España, “una de las caídas más importantes entre los países de la OCDE”.
El trabajo destaca además que tan sólo en 2022 las cinco principales empresas energéticas españolas vieron cómo sus beneficios aumentaban un 165% respecto al promedio observado entre 2016 y 2019.
En su caso, “los beneficios caídos del cielo alcanzaron más de 11.700 millones de euros”, indica el informe. Esta realidad contrasta con el fuerte aumento de hogares que durante ese mismo año no pudieron mantener su vivienda a una temperatura adecuada.
Según el análisis, el 17,1% de la población se vio en esta tesitura en 2022, frente al 14,3% en 2021.
Las cinco principales entidades bancarias obtuvieron también unos beneficios cercanos a los 32.000 millones de euros en 2022, un 38% más que el registrado durante los años previos a la pandemia. De estos, hasta 6.400 millones serían beneficios caídos del cielo, estimó.
Esto sucede mientras el aumento en los tipos de interés agrava “la vulnerabilidad de más de 600.000 familias con rentas bajas endeudadas”, que tienen que dedicar más de 4 de cada 10 euros de sus ingresos a la devolución de créditos.
IGUAL EN OTROS PAÍSES
A escala global, 722 de las mayores empresas del mundo alcanzaron los 1,09 billones de dólares en beneficios “caídos del cielo” en 2021 y los 1,1 billones en 2022.
En ese mismo período, 18 empresas del sector de la alimentación y las bebidas obtuvieron un promedio de aproximadamente 14.000 millones de dólares en beneficios extraordinarios, agregó el trabajo.
Otras 45 grandes energéticas de todo el mundo cosecharon 237.000 millones de dólares en este tipo de beneficios; 28 empresas farmacéuticas obtuvieron una media de 47.000 millones de dólares al año en beneficios caídos del cielo, y 42 grandes cadenas minoristas y de supermercados consiguieron una media de 28.000 millones de dólares de igual manera.
“Hay que frenar la codicia de las grandes empresas”, reclamó Iñigo Macías, responsable de investigaciones de Oxfam Intermón. A su juicio, “resulta obsceno que estas hayan obtenido miles de millones de dólares en beneficios caídos del cielo mientras miles de millones de personas tienen dificultades para hacer frente a los precios de los alimentos o de productos básicos como medicamentos o calefacción”.
“Las grandes empresas están aprovechando para subir precios y obtener beneficios desmedidos, saqueando a las personas bajo el pretexto de una policrisis”, denunció Macías.
Destacó que las grandes farmacéuticas, los gigantes energéticos y las grandes cadenas de supermercados “engrosaron descaradamente sus márgenes de beneficios, tanto durante la pandemia como durante la crisis del coste de la vida”. En su opinión, “lo más preocupante es que los gobiernos han propiciado todo esto, con la falta de regulación y de una imposición progresiva”.
Por todo ello, Oxfam Intermón y ActionAid insistieron en poner en marcha un impuesto permanente sobre los beneficios extraordinarios.
Según estimaron, un impuesto del 90% aplicable a estos beneficios caídos del cielo durante el último año podría haber generado 941.000 millones de dólares para hacer frente a la pobreza y al cambio climático.
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