MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) procedentes del uso de combustibles fósiles y la deforestación aumentarán este año un 1% hasta alcanzar 40,6 gigatoneladas, lo que supone acercarse al récord histórico de 40,9 gigatoneladas de 2019, cuando no había estallado la pandemia de la covid-19.
Además, no hay señales de la disminución urgente que se necesita para limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados con respecto a los niveles preindustriales.
Así se recoge en el 17º estudio anual sobre emisiones de CO2 realizado por el consorcio académico Global Carbon Project y publicado en ‘Earth System Science Data’. El trabajo fue elaborado por un equipo internacional de más de 100 científicos.
El estudio se ha dado a conocer este viernes en plena primera semana de la Cumbre del Clima de Sharm el Sheij (Egipto), conocida como COP27, en la que diplomáticos de todo el mundo negocian para redoblar el objetivo del Acuerdo de París de que el planeta no se caliente más de 1,5ºC con respecto a la era preindustrial y en el que uno de los temas candentes en la agenda es la posibilidad de establecer un fondo de compensación por pérdidas y daños para países vulnerables.
El trabajo suele presentarse en las Cumbres del Clima y constituye el primer análisis en profundidad de la cantidad de CO2 procedente de combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo), la industria y el cemento que queman los países de todo el mundo y dónde terminan.
Según el informe, hay un 50% de probabilidades de que el calentamiento global de 1,5 grados se supere en nueve años si continúan los niveles actuales de emisiones.
CARBÓN Y PETRÓLEO
El trabajo proyecta un total de emisiones globales de CO2 de 40,6 gigatoneladas de toneladas (GtCO2) en 2022 debido a las emisiones de CO2 fósil, que se prevé que aumenten un 1% en comparación con 2021 al alcanzar las 36,6 GtCO2, ligeramente por encima de las de 2019, antes de la pandemia de la covid-19. Se prevé que las emisiones derivadas del cambio de uso de la tierra (como la deforestación) sean de 3,9 GtCO2 en 2022.
Las emisiones proyectadas del carbón y el petróleo están por encima de sus niveles de 2021, con el petróleo como mayor contribuyente al crecimiento, lo que puede explicarse en gran medida por el retraso en la recuperación de la aviación internacional tras las restricciones por la pandemia.
El panorama de 2022 entre los principales emisores varía porque se prevé que las emisiones disminuyan en China (-0,9%) y la UE (-0,8%), y aumenten en Estados Unidos (1,5%) e India (6%), con un incremento del 1,7% en el resto del mundo.
Para que haya cero emisiones de CO2 en 2050 es necesaria una reducción de 1,4 gigatoneladas cada año, comparable a la caída observada en las emisiones de 2020 por el frenazo económico asociado a la covid-19.
TIERRA Y OCÉANO
La tierra y el océano, que absorben y almacenan carbono, siguen atrayendo alrededor de la mitad de las emisiones de CO2. Los sumideros de CO2 oceánicos y terrestres siguen aumentando en respuesta al aumento de CO2 atmosférico, aunque el cambio climático redujo esta subida en un 4% (sumidero oceánico) y un 17% (sumidero terrestre) durante el decenio de 2012 a 2021.
El presupuesto de carbono de este año muestra que la tasa a largo plazo de aumento de las emisiones fósiles se ha desacelerado. El aumento promedio alcanzó un máximo de un 3% por año durante la década de 2000, mientras que el crecimiento en la última década ha sido de alrededor de un 0,5% por año.
“TURBULENCIAS”
Los autores del estudio dan la bienvenida a esta desaceleración, aunque precisan que está “lejos” de la reducción necesaria. “Este año vemos otro aumento en las emisiones globales de CO2 fósil, cuando necesitamos una disminución rápida”, indicó Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter (Reino Unido), quien dirigió el trabajo.
“Hay algunas señales positivas, pero los líderes que se reúnan en la COP27 tendrán que tomar medidas significativas si queremos tener alguna posibilidad de limitar el calentamiento global a cerca de 1,5 grados”, añadió.
Corinne Le Quéré, profesora de investigación en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Anglia del Este (Reino Unido), recalca que el informe revela “turbulencias en los patrones de emisiones este año como resultado de la pandemia y las crisis energéticas mundiales”.
“Si los gobiernos responden acelerando las inversiones en energía limpia y plantando -no cortando- árboles, las emisiones globales podrían comenzar a caer rápidamente. Estamos en un punto de inflexión y no debemos permitir que los eventos mundiales nos distraigan de la necesidad urgente y sostenida de reducir nuestras emisiones para estabilizar el clima global y reducir los riesgos en cascada”, apostilla.
Por último, el informe proyecta que las concentraciones atmosféricas de CO2 alcanzarán este año un promedio de 417,2 partes por millón, más del 50% por encima de los niveles preindustriales.
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