
La investigación de Esade propone instaurar un MIR para el profesorado que incremente la exigencia pero mejore las condiciones
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Las condiciones laborales del profesorado son buenas en general, aunque han empeorado en algunos frentes y la “inacción” de políticas docentes está teniendo consecuencias negativas sobre la atractividad de la profesión.
Así lo refleja el estudio ‘El estado de la profesión docente’ publicado por Esade, con datos actualizados de encuestas nacionales e internacionales, en el que se analiza cómo están empeorando las condiciones sociales del alumnado, la evolución de las condiciones laborales de la profesión docente y las dificultades que el sistema tiene para atraer talento docente, apoyarlo y fomentar su desarrollo profesional.
La investigación señala que el profesorado “es el factor escolar más determinante de la calidad de los sistemas educativos” y destaca que, en España, la profesión “vive un momento decisivo para la educación en las próximas décadas”, ya que datos recientes muestran que “está surgiendo un mayor cansancio, sentimiento de aislamiento y desafección en una parte del profesorado”.
En cuanto al alumnado, avisa de que la pobreza infantil ha subido 5 puntos porcentuales desde 2018 mientras la pobreza de la población total disminuye y la economía crece.
Además, la proporción de alumnado de origen migrante ha crecido considerablemente, con un 32% en 4º de primaria en 2023. La crisis de bienestar y salud mental también es notable, con un aumento de un 11% a un 20% de jóvenes de 15 años que sienten ansiedad una vez por semana entre 2018 y 2022.
El informe recalca que el clima de aprendizaje en las aulas también ha empeorado en las aulas, tanto en Primaria como en Secundaria.
Aunque las condiciones laborales del profesorado son buenas en general, el análisis evidencia que han empeorado en algunos frentes, ya que los salarios cayeron en la Gran Recesión, aunque se han recuperado a la par que otras profesiones.
El número de horas lectivas del profesorado en España es similar al de la media de la OCDE pero el calendario más comprimido en meses “tensiona su día a día”.
Por otro lado, la tasa de temporalidad del profesorado en España “es alta y regresiva”: en 2018, el 34% de los docentes del 25% de centros que aglutinan alumnado más vulnerable llevaban menos de tres años trabajando en el mismo centro, cifra que se reduce al 15% en los centros con menor alumnado vulnerable.
El estudio advierte también de que la “inacción” de políticas docentes está teniendo consecuencias negativas sobre la atractividad de la profesión. Así, precisa que España es el país de la OCDE donde los docentes de Secundaria afirman estar menos preparados para enseñar en contextos de distintos niveles de aprendizaje.
En Infantil y Primaria, la competencia matemática y lectora del profesorado es menor que la de Secundaria, mientras la nota de corte en Magisterio apenas ha subido, siendo cierto que la remuneración es más baja en Infantil y Primaria.
En todos los niveles, prevalece, según asegura el análisis, una “cultura del aislamiento” donde los docentes no pueden aprender los unos de los otros: la observación docente por parte de profesorado de mayor experiencia es del 34,1% frente a un 81,4% de media de la OCDE.
Para abordar estos retos la investigación propone cuatro medidas. La primera se trata de desarrollar un programa anual de apoyo socioemocional y refuerzo individualizado en Matemáticas y Lectura para el alumnado de bajo desempeño y más vulnerable por valor de 1.200 millones de euros anuales.
El estudio apuesta también por garantizar una mayor estabilidad de los claustros en los centros educativos para mejorar su funcionamiento y el aprendizaje del alumnado y mejorar las condiciones laborales de entrada de los maestros de Infantil y Primaria.
En tercer lugar, recomienda elevar el prestigio y el atractivo del grado de Magisterio, mejorar la formación pedagógica inicial del profesorado de Secundaria e instaurar un MIR para el profesorado que incremente la exigencia desde la entrada en la profesión a cambio de condiciones más atractivas.
Por último, el documento propone poner en marcha un sistema voluntario de evaluación e incentivos que promueva el crecimiento profesional del profesorado.
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