MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales en lo que va de año ascienden a 115.000 millones de dólares (unos 110.000 millones de euros), según apuntó este jueves el Swiss Re Institute.
Estas estimaciones de pérdidas por catástrofes se refieren a los daños materiales y excluyen los siniestros relacionados con la covid-19.
Este año se han producido catástrofes naturales causadas por el huracán Ian y otros fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas de invierno en Europa, inundaciones en Australia y Sudáfrica, y granizadas en Francia y Estados Unidos.
Además, 2022 es el segundo año consecutivo en el que las pérdidas aseguradas estimadas superan los 100.000 millones de dólares, lo que supone seguir la tendencia de un aumento medio anual de entre un 5% y un 7% en la última década.
El sector de los reaseguros ha cubierto este año aproximadamente un 45% de las pérdidas económicas, lo que indica un gran déficit de protección en todo el mundo.
“2022 ha sido otro año de aumento de la actividad de siniestros por catástrofes naturales y la demanda de seguros está creciendo mientras la brecha de protección sigue siendo enorme. Para que el sector de los seguros pueda seguir el ritmo de la creciente volatilidad y demanda, será fundamental modelar la evolución de las tendencias de frecuencia y gravedad. Los precios deben reflejar el riesgo efectivo”, indicó Thierry Léger, director de Suscripción del Grupo Swiss Re.
HURACÁN IAN
El huracán Ian es la catástrofe natural más costosa de este año, con unas pérdidas aseguradas preliminares estimadas entre 50.000 y 65.000 millones de dólares (entre 48.000 y 62.000 millones de euros). Este huracán de categoría 4 tocó tierra en el oeste de Florida a finales de septiembre con vientos extremos, lluvias torrenciales y mareas de tempestad.
El Swiss Re Institute señala que es el segundo siniestro asegurado más costoso de la historia, después del huracán Katrina en 2005, lo pone de relieve el potencial de amenaza de un solo huracán que golpea una costa densamente poblada, en un año de huracanes por lo demás benigno.
Además, una serie de tormentas invernales azotaron Europa en febrero y provocaron pérdidas aseguradas estimadas en más de 3.700 millones de dólares (más de 3.500 millones de euros), lo que devolvió este riesgo clave a la agenda del sector asegurador.
RIESGOS SECUNDARIOS
Por otro lado, este año también confirma la importancia de los riesgos secundarios, ya que las lluvias torrenciales provocaron inundaciones generalizadas en febrero y marzo en Australia con un valor estimado de 4.000 millones de dólares (3.800 millones de euros), esto es, la catástrofe natural más costosa de la historia de en ese país. Además de las numerosas tormentas de granizo y truenos de tamaño pequeño y mediano en Estados Unidos, Francia experimentó la más severa serie de tormentas de granizo jamás observada, con pérdidas en el mercado asegurador que se estiman en 5.000 millones de euros, según el Swiss Re Institute.
“Los fenómenos meteorológicos extremos han dado lugar a elevadas pérdidas aseguradas en 2022, lo que apuntala un riesgo en aumento que se desarrolla en todos los continentes. El desarrollo urbano, la acumulación de riqueza en zonas propensas a las catástrofes, la inflación y el cambio climático son factores clave que convierten los fenómenos meteorológicos extremos en pérdidas por catástrofes naturales cada vez mayores”, subrayó Martin Bertogg, director de Riesgos Catastróficos de Swiss Re.
Cuando el huracán Andrew azotó hace 30 años, nunca se había producido un siniestro de 20.000 millones de dólares (más de 19.000 millones de euros). Desde entonces se han producido siete huracanes de este tipo en sólo seis años.
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