MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de la región etíope de Tigray han aplaudido la entrega de suministros médicos en la zona tras el acuerdo de cese de hostilidades firmado en noviembre entre el Gobierno y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), si bien han recalcado que “las necesidades son enormes”.
“Estamos agradecidos porque estamos pudiendo hacer algo por nuestros pacientes”, ha dicho el jefe de la Oficina de Salud de Tigray, Amanuel Haile, que ha confirmado que los suministros y medicinas empezaron a entrar en la región desde el 15 de noviembre.
“Queremos dar las gracias a todas las agencias de Naciones Unidas, las organizaciones internacionales y la Agencia de Suministros Farmacéuticos de Etiopía (EPSA) por lo que han empezado a hacer. Algunos de ellos están haciendo bastante. Esperamos que siga aumentando”, ha señalado, antes de especificar que hasta ahora “sólo cuatro organizaciones internacionales” están entregando suministros en Tigray.
Así, ha especificado que la región tiene ahora medicinas para tratar la malaria, en medio de un brote que se encuentra “fuera de control”. “Neceistamos mucha ayuda”, ha remachado Amanuel, según ha recogido a través de su cuenta en la red social Facebook la cadena de televisión Tigrai TV, vinculada al TPLF.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) confirmó el viernes “un gran cambio en el acceso humanitario” en el norte de Etiopía tras el acuerdo de cese de hostilidades, firmado tras más de dos años de conflicto en la región de Tigray.
“Desde la firma del acuerdo de paz hemos visto un gran cambio en el acceso humanitario y en nuestra capacidad de trasladar asistencia crucial a Tigray”, dijo el representante de ACNUR en Etiopía, Mamadou Dian Balde, quien detalló que hasta la fecha han sido enviados 61 camiones con 2.400 toneladas de ayuda, incluidas medicinas, material para cobijo, sábanas, productos domésticos y 20.000 litros de combustible.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
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