MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Malasia ha asegurado este miércoles que sus agencias de seguridad vigilarán de cerca las actividades que lleven a cabo los quince palestinos liberados de prisiones israelíes y deportados al país asiático en el marco del acuerdo de alto el fuego alcanzado con Hamás a mediados de enero y que el Ejército israelí rompió en la víspera con su reanudación de los ataques sobre la Franja de Gaza.
Así lo ha confirmado el portavoz del Gobierno, Datuk Fahmi Fadzil, quien ha subrayado que las autoridades de seguridad malasias conocerán en todo momento “aspectos como sus movimientos y su ubicación”, y también regularán sus “actividades” en el país, según informaciones recogidas por el diario local ‘The Star’.
El ministro de Asuntos Exteriores malasio, Mohamed Hasán, anunció el martes que su país estaba preparado para recibir a quince de los cerca de 380 palestinos condenados a sentencias largas y liberados –junto a otras decenas de presos con penas menores– en el marco del citado acuerdo a cambio de 33 de los rehenes secuestrados por Hamás desde su ataque contra Israel del 7 de octubre de 2023.
Ahora, el portavoz del Ejecutivo ha precisado que en torno a un centenar de estos presos con condenas largas liberados por Israel se alojarán en Qatar, y otros tantos en Turquía. Israel exigió que los prisioneros considerados como más peligrosos para su seguridad debían ser deportados de territorio palestino.
Hamás lanzó el 7 de octubre de 2023 un ataque sin precedentes contra Israel en el que mató a cerca de 1.200 personas y secuestró a otras casi 240. El Ejército israelí respondió con una cruenta ofensiva militar en la Franja de Gaza que deja unos 49.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños aunque también miles de miembros de grupos islamistas.
Las partes alcanzaron a mediados de enero un acuerdo para un alto el fuego en la Franja de Gaza acompañado de la liberación de 33 rehenes a cambio de cientos de presos palestinos en prisiones israelíes. Tras culminar la primera fase de este acuerdo, el pacto quedó paralizado y el martes Israel terminó por romperlo con la reanudación de ataques sobre territorio palestino, dejando más de 400 muertos en un solo día.
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