MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha expresado su “profunda preocupación” por algunas de las propuestas y conclusiones del informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre el sector.
En un comunicado, la patronal ha criticado la posibilidad de permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales, siguiendo modelos de otros países, y ha defendido la necesidad de contar con vehículos con doble mando durante la formación práctica por motivos de “seguridad”. “Sustituir esta figura profesional por tutores no cualificados y sin formación en seguridad vial incrementaría exponencialmente los riesgos en carretera y comprometería los objetivos de reducir la siniestralidad vial”, ha apuntado.
Además, cree que la propuesta de la CNMC podría empeorar la tasa de aprobados. “Estos tutores, al no ser especialistas en enseñanza vial, inevitablemente trasladan sus propios hábitos de conducción que, con frecuencia, pueden incluir malas prácticas. Esto expone a los aspirantes a un aprendizaje defectuoso y a la adopción de comportamientos inseguros al volante”, han destacado.
En cuanto a la tasa de suspensos como reflejo de la ineficiencia del sistema de formación vial, CNAE cree que la interpretación de la CNMC “es simplista y no aborda las causas estructurales que subyacen a este fenómeno”. Para la patronal, la “falta de un estándar obligatorio y homogéneo en la formación provoca que muchos alumnos se presenten a las pruebas sin la preparación adecuada, lo que afecta negativamente a los resultados”.
Por otro lado, ha añadido que “las deficiencias estructurales en las Jefaturas de Tráfico agravan esta situación”. “La insuficiencia de recursos humanos, principalmente en el número de examinadores, y las limitaciones organizativas provocan largos periodos de espera entre la solicitud del examen y su realización. Esta demora, que puede extenderse durante semanas o incluso meses, no solo genera frustración entre los aspirantes, sino que les obliga a interrumpir sus clases prácticas. Como resultado, los alumnos pierden habilidades esenciales y confianza al volante, lo que aumenta significativamente las probabilidades de suspender cuando finalmente se examinan”, ha subrayado.
A su juicio, algunas propuestas del organismo estatal “podrían debilitar seriamente la profesionalidad del sector y comprometer la calidad de la formación vial en España”, entre ellas, la eliminación de la obligatoriedad de que las autoescuelas cuenten con vehículos propios o locales físicos, “una medida que plantea profundas dudas sobre cómo garantizar un estándar mínimo de calidad en un ámbito tan crítico como la seguridad vial”.
Desde CNAE, instan a las autoridades y organismos competentes a abordar la problemática del sector “desde un enfoque global, que tenga en cuenta las necesidades del mercado, pero que no pierda de vista la importancia de garantizar una formación de calidad que priorice la seguridad vial”. “Estamos abiertos al diálogo y a la colaboración para encontrar soluciones que beneficien a la sociedad en su conjunto, pero insistimos en que cualquier cambio debe sustentarse en un análisis riguroso y en un compromiso inquebrantable con la seguridad en nuestras carreteras”, ha concluido el presidente de CNAE, Enrique Lorca.
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