Al menos nueve menores han muerto y las organizaciones humanitarias temen los efectos a largo plazo de la actual escalada de violencia
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Las organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por los efectos que pueden tener sobre la infancia de los combates que se registran desde hace más de una semana en Sudán, donde ya han muerto al menos nueve niños y otros 50 han resultado heridos y miles de personas pueden sufrir el empeoramiento de una situación “ya de por sí desesperada”.
El representante en Sudán del Fondo de la ONU para la Infancia, Mandeep O’Brien, es tajante: “Los niños y niñas son los más afectados por el conflicto en Sudán”. “Están muriendo y se les está arrebatando su futuro”, ha dicho, en alusión a los efectos de la violencia en servicios básicos como la educación o la atención sanitaria y a la falta de protección en un contexto caótico.
Ya antes de la crisis actual, que enfrenta al Ejército sudanés con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), paramilitares, 8,5 millones de niños necesitaban ayuda humanitaria, 2,7 millones sufrían desnutrición y unos siete millones no iban a clase, como recuerda el director de Save the Children en el país africano, Arshad Malik, que ve “urgente” garantizar “urgentemente” el acceso a alimentos, agua y atención médica. “Sus vidas están en peligro”, ha señalado en un comunicado.
En este sentido, el responsable de World Vision, Emmanuel Isch, ha alertado que “los niños corren el riesgo de morir o sufrir daños físicos y de desarrollo si no tienen acceso a la ayuda alimentaria y nutricional”. “Sin paz”, ha añadido, “prestar asistencia alimentaria y apoyo nutricional a niñas y niños extremadamente vulnerables y a sus comunidades se hace mucho más difícil”.
Un tercio de los centros médicos de Sudán han dejado de funcionar –según la Organización Mundial de la Salud– y cuestiones básicas como las campañas de vacunación están en riesgo. En el ámbito educativo, alrededor de una carta parte de los niños no van a clase por el cierre de escuelas, según han expuesto las tres organizaciones.
UNICEF, World Vision y Save the Children han reclamado en un comunicado conjunto que se mantenga el alto el fuego y se reanude la asistencia humanitaria. Piden también garantías para que puedan recibir la ayuda básica que requieren y que sigan yendo a clase, ya que cada día que pasan fuera de la escuela les acerca al no retorno, especialmente en el caso de las niñas.
Tanto estas organizaciones como las representantes especiales de la ONU para niños en conflictos armados y violencia contra la infancia, Virginia Gamba y Najat Maalla M’jid, respectivamente, han alertado del riesgo de reclutamiento de menores para grupos armados en este tipo de contextos, una práctica teóricamente prohibida por el Derecho Internacional.
Las dos representantes de la ONU coinciden en que “la paz sigue siendo la mejor solución para detener los abusos contra los niños”. “Instamos a todas las partes a anteponer los compromisos de paz y a incluir apartados específicos sobre infancia”, han propuesto en una nota. La “plena protección” de los niños es el principal objetivo.
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