MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El representante especial de Naciones Unidas para Libia y líder de la Misión de Apoyo de la ONU en el país (UNSMIL), Abdoulaye Bathily, ha llamado este domingo a los políticos libios a dejar los “acuerdos de transición eternos” y a “concretar las leyes electorales” para dejar elegir a la población sobre el futuro del país.
Bathily ha reiterado la necesidad de un Gobierno y Parlamento unificados para “construir una nueva Libia” a través de un proceso electoral transparente, según su discurso en el Foro de Ancianos, Expertos y Élites de Fezzan en Trípoli y recogido por la agencia de noticias Lana.
El enviado de la ONU ha asegurado que el futuro de Libia depende también de los ciudadanos del país, que quieren progreso en todas las regiones, y que dicho progreso solo puede ser conseguido mediante el diálogo con todos los actores políticos.
Además, ha explicado que la ONU no se ha posicionado ni se posicionará con una parte en concreto, y que su intención es la de “proporcionar soluciones al país”.
Estas palabras han llegado tras las críticas de decenas de diputados del Parlamento del este de Libia hacia Bathily después de que la misión de Naciones Unidas avisara de que no aceptará “iniciativas unilaterales” como su propuesta para formar un nuevo gobierno de unidad, en lo que se entiende como un ataque al primer ministro del Gobierno de Trípoli, Abdulhamid Dbeibé.
Mientras tanto, la Embajadas de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos emitieron un comunicado conjunto en apoyo al enviado de la ONU en sus esfuerzos por involucrar a todas las instituciones y partes interesadas del país a acordar la celebración de unas elecciones.
Por otro lado, el jefe del Consejo Presidencial de Libia, Mohamed Menfi, declaró el sábado durante su turno de palabra en la cumbre Rusia-África celebrada en San Petersburgo para pedir cara a cara al presidente ruso, Vladimir Putin, que contribuya a la retirada de todas las fuerzas extranjeras presentes en el país norteafricano, en referencia al Grupo Wagner.
En 2020, un informe confidencial de expertos de Naciones Unidas apuntó la presencia de entre 800 y 1.200 integrantes de una unidad paramilitar rusa, al servicio del comandante de las fuerzas del este de Libia, Jalifa Haftar, uno de los hombres fuertes de un país dividido desde hace años entre dos administraciones paralelas, la oriental y la que tiene su sede en Trípoli, en medio de una espiral de caos tras la muerte en 2011 de Muamar Gadafi.
El país se encuentra dividido en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato del primer ministro de unidad, Abdul Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021 y nombrara para el cargo a Fazi Bashaga, recientemente suspendido en el cargo y reemplazado por el ahora ministro de Finanzas, Osama Hamad.
Dbeibé fue elegido como primer ministro por el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) en febrero de 2021, con lo que sustituyó al hasta entonces primer ministro de unidad, Fayez Serraj, quien aceptó ceder sus competencias tras el proceso de consultas, iniciado después de un acuerdo de alto el fuego después de que las autoridades de Trípoli rechazaran la ofensiva militar lanzada en abril de 2019 por el general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este.
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