BRUSELAS, 2 (EUROPA PRESS)
Los enviados especiales de la Unión Europea y de Estados Unidos para la región del Cuerno de África, Annette Weber y Mike Hammer, respectivamente, han viajado este martes a la ciudad etíope de Mekelle, en la región de Tigray, en el norte del país, para alentar el inicio del diálogo y “alcanzar una paz duradera” entre el Gobierno de Etiopía y las fuerzas rebeldes de la región, el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
Los enviados especiales europeo y estadounidense han manifestado su satisfacción con el compromiso de ambas partes de entablar negociaciones así como su disposición para que la mediación sea liderada por la Unión Africana.
Además, ambos han destacado que el “diálogo político es necesario” de cara a resolver el conflicto en el norte de Etiopía y “alcanzar una paz duradera” y han hecho un llamamiento para que ambas partes del conflicto se abstuvieran de fomentar el discurso del odio.
Todo ello después de que el pasado julio, el Gobierno de Etiopía anunciase su disposición a dialogar con el TPLF “en cualquier momento y lugar” y la formación de una delegación de siete miembros para negociar con el grupo rebelde, para poner fin al enfrentamiento entre ambos bandos que estalló en noviembre de 2020.
Tras lo cual, el Frente Popular para la Liberación de Tigray anunció, también en julio, la designación de una delegación de representantes para negociar un acuerdo de paz con el Gobierno de Etiopía y solicitó “un equipo de negociación con todos los procesos y garantías”.
Weber y Hammer han concordado en que la necesidad de restaurar rápidamente en la región la electricidad, las telecomunicaciones, la banca y otros servicios básicos es “esencial” para los habitantes de la región.
Con tal motivo, el líder del TPLF y presidente de la región hasta el inicio de la guerra, Debretsion Gebremichael, entregó a la comunidad internacional una carta dirigida al Gobierno etíope concediéndole garantías de seguridad para aquellos que trabajen en la restauración de servicios, por lo que consideran que no debería haber ningún obstáculo para que se restablezcan tales servicios.
A principios de junio, el principal hospital de la región etíope se vio obligado a suspender sus actividades a causa de la falta de medicinas y los cortes del suministro eléctrico.
En un paso más, los enviados de la Unión Europea y Estados Unidos han pedido el levantamiento de las restricciones sobre el dinero en efectivo, el combustible y los fertilizantes.
Además, los enviados de la UE y EEUU han trasladado la importancia de que se permita el acceso a los equipos de ayuda humanitaria a Tigray y las regiones vecinas de Afar y Amhara, afectadas por el conflicto y se han comprometido a brindar asistencia a todas las comunidades necesitadas en Etiopía, incluidas las afectadas por la sequía y la inseguridad alimentaria.
De hecho, la pasada semana, la presidenta de Médicos Sin Fronteras España, Paula Gil, no recibió el permiso de las autoridades para visitar la región de Tigray durante una visita de seis días a Etiopía coincidiendo con el aniversario del asesinato de tres trabajadores de la ONG en esa región en conflicto desde noviembre de 2020.
Los dos enviados instaron a la Comisión Internacional de Expertos en Derechos Humanos sobre Etiopía (ICHREE) a cooperar y acceder a las áreas de conflicto para permitirles realizar una investigación creíble.
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