MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
La Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT) insistió este martes en pedir a la ONU la creación de una convención internacional para obligar a los países a tomar acciones que eviten la represión y la inseguridad y que protejan a los periodistas, tanto en su seguridad personal como en el libre ejercicio de su profesión.
La AGP-UGT hizo esa petición en vísperas del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que este miércoles celebra su 30º aniversario tras su proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En España, los principales problemas que afectan a los periodistas son la precariedad, la polarización, la desinformación, los vetos y las agresiones, sobre todo en las redes sociales, según este sindicato.
Un total de 68 periodistas fueron asesinados el año pasado en todo el mundo, según la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que aprecia que 12 corresponsales han fallecido en la guerra en Ucrania. “Pedimos especial protección para los profesionales que están cubriendo informativamente el conflicto y que se juegan la vida para que nos llegue una información veraz”, indicó la AGP-UGT.
La represión y la inseguridad que padecen los periodistas en México, Nicaragua, Guatemala, Rusia, China y Filipinas también se incrementaron durante el año pasado.
La AGP-UGT consideró “intolerable” la situación en que se encuentran Nilufar Hamedi, Elahe Mahammdi, Pablo González y Evan Gershkovich. Las dos primeras son las periodistas iraníes que desvelaron el caso ‘Amini’ (la joven iraní que murió mientras estaba detenida por quitarse el velo) y que son acusadas de colaboración con Estados Unidos, por lo que podrían ser condenadas a la pena de muerte.
Pablo González continúa en una cárcel polaca (“en unas condiciones impropias de un país democrático”, según la AGP-UGT) hace ya más de un año, y Evan Gershkovich, corresponsal del ‘Wall Street Journal’, se encuentra detenido en Rusia.
La AGP-UGT pidió que se intensifique la presión diplomática internacional para que se produzca la inmediata puesta en libertad de esos cuatro profesionales de la información encarcelados.
En España, el libre ejercicio de la libertad de prensa se ve afectado, según la AGP-UGT, por la precariedad, con bajos salarios y congelados durante años, exceso de jornada que afecta negativamente a la salud laboral y evitan la conciliación de la vida personal y profesional, contratos irregulares y el incremento del número de periodistas que trabajan por cuenta propia. También se ven afectados por la brecha salarial, la poca participación en los puestos de dirección y la sustitución de fotoperiodistas por fotos de baja calidad sacadas con un móvil, según denunció UGT.
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