BRUSELAS, 28 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha planteado este miércoles poner en marcha medidas para integrar la lucha contra el cambio climático en su estrategia militar para, de esta forma, reducir el impacto ecológico de sus misiones y operaciones y favorecer la rebaja de costes.
En una estrategia presentada por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y el vicepresidente comunitario responsable de Pacto Verde, Frans Timmermans, Bruselas plantea una serie de acciones para preparar a la UE para nuevas realidades de seguridad, a través de medidas como la creación de un centro de datos y análisis sobre seguridad climática en el seno de la política observación espacial de la UE.
También se plantea un seguimiento anual de la diplomacia comunitaria sobre las tendencias en materia de clima y seguridad para apoyar las decisiones políticas y estratégicas.
En el terreno, la UE se propone tener en cuenta el impacto medioambiental a la hora de realizar sus análisis y entrenar a sus equipos de mediación para que los aspectos climáticos estén presentes en iniciativas de paz facilitadas por el bloque europeo.
“El Sahel por ejemplo es un punto caliente de seguridad donde 50 millones de personas dependen del ganado y agricultura por lo que lo hace especialmente vulnerable al cambio climático y los conflictos se generan por las tierras de labranza”, ha afirmado Timmermans en rueda de prensa.
En la misma línea, el Alto Representante ha alertado de que el cambio climático es una “fuente emergente de inseguridad” para la UE, insistiendo en que hay una clara coincidencia entre conflictos y zonas golpeadas por problemas medioambientales.
La degradación medioambiental también tiene un efecto en la migración ya que, más de mil millones de personas “tendrán acceso insuficiente de agua y tendrán que desplazarse para encontrarla”, según ha señalado Borrell, quien ha hablado también de revisar los medios militar y su uso por el incremento de las temperaturas en todo el mundo.
En todo caso, el objetivo final de la iniciativa es reforzar la planificación, la toma de decisiones y su puesta en marcha teniendo en cuenta análisis basados en las implicaciones climáticas. También busca integrar la dimensión climática en sus operaciones y en sus evaluaciones de conflictos regionales y nacionales.
Sobre el impacto financiero, Bruselas aspira a que las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático de sus misiones civiles y militares lleve a reducir costes y mejore la huella de carbono, garantizando al mismo tiempo el mantenimiento de la eficacia operativa.
Para todo ello, la UE reconoce la necesidad de forjar alianzas internacionales con socios como la OTAN, que es en última instancia el garante de seguridad europea, para alinear sus políticas y agenda climática.
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