MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El jefe de sección de Radiología de Mama del hospital Ramón y Cajal, el doctor Miguel Chiva de Agustín, ha destaca la tomosíntesis como una herramienta fundamental para la detección del cáncer de mama, con un papel clave para pacientes con mama densa, riesgo de cáncer o patologías palpables, favoreciendo también la detección precoz de este tipo de tumor del que cada año se diagnostican en España 25.000 nuevos casos.
“La incorporación de la tomosíntesis ha demostrado un aumento significativo de la detección de cáncer. Esta tecnología nos permite ver milímetro a milímetro la mama”, ha señalado en el marco del 6° Congreso Español de la Mama (6CEMA), organizado por Siemens Healthineers, con el objetivo de debatir sobre el papel de la medicina de precisión en el cribado del cáncer de mama.
A diferencia de la mamografía tradicional que es en dos dimensiones, con la tomosíntesis tenemos una visión volumétrica de la mama, lo que es realmente útil en aquellas pacientes que tienen mamas densas, riesgo personal o familiar y en aquellas con patología palpable. “Tenemos la tecnología, que ya está ayudando, pero falta implementación y homogeneización para tener todos los datos disponibles y poder compartirlos”, ha sentenciado.
La resonancia magnética de mama tiene una alta tasa de detección, pero es una técnica larga y poco accesible. A pesar de la sensibilidad reducida de la mamografía en mujeres con mama densa, no existe un reemplazo para la mamografía como herramienta de detección precoz. La mamografía se recomienda para todas las mujeres en edad de cribado, independientemente de la densidad mamaria y el riesgo de cáncer de mama.
“Los radiólogos, aunque somos expertos en mamografía, no somos capaces de tener un criterio unificado y hay mucha variabilidad entre intra-observador (1 de cada 5) e inter-observador (1 de cada 3). Se necesitan métodos automáticos cuantitativos, más objetivos y fiables. Una vez que hemos diagnosticado una mama densa tenemos que decidir el cribado. Las opciones ideales no están al alcance de los programas actuales porque necesitamos más presupuesto. Se invierte más en curar que en prevenir”, ha asegurado.
Estos especialistas reunido en el encuentro han puesto de manifiesto la importancia de contar con un registro de densidad mamaria ya que saben que la mama densa aumenta el riesgo de cáncer de mama. Estas pacientes tienen una mamografía compleja que hace que algunas lesiones pasen desapercibidas; se estima que afecta al 40% de las mujeres incluidas en el cribado.
En concreto, por grupo de edad, tienen senos densos alrededor del 50% de las mujeres de 40 años, el 40% de las de 50 años, y el 25% de las mayores de 60 año. Por este motivo, en opinión del doctor Chiva, es necesario tener algoritmos, ‘software’ o sistemas automatizados para medir y cuantificar la densidad mamaria.
IDENTIFICAR A AQUELLAS MUJERES QUE TIENEN MÁS RIESGO
Identificar a aquellas mujeres que tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama por edad, antecedentes personales y familiares, densidad mamaria, mutaciones genéticas y síndromes hereditarios, pero también teniendo en cuenta sus hábitos y factores de riesgo es el objetivo deseado para la doctora Marina Pollán Santamaría, profesora de investigación del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII) y directora científica del CIBERESP.
Pollán, experta también en prevención en Salud Pública. Ha abogado porque, además de apoyar los programas de detección precoz, hay que tener en cuenta la calidad de vida de las pacientes, no solo la supervivencia. “El futuro del cribado del cáncer de mama pasa por identificar qué mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad y diseñar estrategias para intensificar las medidas de prevención en aquellas con mayor riesgo”.
Para ello, debemos conocer qué factores reducen la densidad mamográfica que es un marcador de riesgo de este tumor para adelantarnos y poder prevenir antes que curar. “El futuro del cribado pasa sin duda por adelantarnos a que llegue el tumor y hacerlo de manera personalizada, educando también en hábitos de vida saludable porque tenemos estudios que demuestran que reducen la densidad mamaria y, por tanto, el riesgo de tener cáncer”.
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