MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El planeta Tierra batió el año pasado nuevos récords históricos anuales vinculados al cambio climático, concretamente concentración atmosférica de gases de efecto invernadero, nivel del mar y calor en los océanos.
Así se recoge en el informe ‘Estado del Clima en 2022’, dirigido por los centros nacionales de información ambiental (NCEI, por sus siglas en inglés) de la agencia estadounidense NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) y difundido este miércoles.
La 33ª edición de este informe, de 516 páginas y publicado en el ‘Boletín de la Sociedad Meteorológica Estadounidense’, está basado en las contribuciones de más de 570 científicos de más de 60 países y ofrece la actualización más completa sobre los indicadores climáticos de la Tierra, fenómenos meteorológicos notables y otros datos recopilados por estaciones e instrumentos de seguimiento ambiental ubicados en la tierra, el agua, el hielo y el espacio.
“Es como un examen físico anual del sistema terrestre y sirve a las generaciones presentes y futuras al documentar y compartir datos que indican condiciones cada vez más extremas y cambiantes en nuestro mundo en calentamiento”, apuntó Derek Arndt, director de los NCEI.
Paul Higgins, director ejecutivo asociado de la Sociedad Meteorológica Estadounidense (AMS, por sus siglas en inglés), subrayó al respecto que “la gente está provocando el mayor cambio conocido en el clima global desde nuestra transición a la agricultura hace miles de años”.
GASES DE EFECTO INVERNADERO
El informe destaca que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la Tierra fueron las más altas jamás registradas. El dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso (los principales gases de efecto invernadero atmosféricos de la Tierra) alcanzaron concentraciones récord en 2022.
La concentración media mundial de dióxido de carbono atmosférico del año pasado fue de 417,1 partes por millón (ppm), esto es, un 50% más que en la era preindustrial; 2,4 ppm más que en 2021 y la cantidad medida más alta en los registros de observación modernos, así como en los registros paleoclimáticos, que se remontan a hace unos 800.000 años.
Además, la concentración anual de metano en la atmósfera también alcanzó un máximo histórico, lo que supuso un aumento del 165% en comparación con su nivel preindustrial y un incremento de 14 partes por 1.000 millones (ppb) a partir de 2021.
El aumento anual de 1,3 ppb para el óxido nitroso en 2022, que fue similar a las altas tasas de crecimiento de 2020 y 2021, superó al promedio durante 2010 y 2019 (1,0ppb) y sugiere un incremento de sus emisiones en los últimos años.
OCÉANOS
Por otro lado, el calor del océano y el nivel global del mar fueron el año pasado los más altos jamás registrados. Durante el último medio siglo, el océano ha almacenado más del 90% del exceso de energía atrapada en el sistema terrestre por los gases de efecto invernadero y otros factores.
El contenido de calor global de los océanos, medido desde la superficie del océano hasta una profundidad de 2.000 metros. siguió subiendo y alcanzó nuevos máximos históricos en 2022.
El nivel medio mundial del mar alcanzó un nivel récord por undécimo año consecutivo hasta llegar a 101,2 milímetros por encima del promedio de 1993, cuando comenzaron las mediciones de altimetría por satélite.
TEMPERATURAS
Además, las tendencias al calentamiento continuaron el año pasado en todo el mundo. La temperatura anual de la superficie global fue de 0,25 a 0,30 grados por encima del promedio entre 1991 y 2020, lo que sitúa a 2022 entre los seis años más cálidos desde que comenzaron los registros a mediados y finales del siglo XIX.
Aunque el año pasado se ubicó entre los seis más cálidos registrados, la presencia de La Niña en el Pacífico tuvo un efecto de enfriamiento en las temperaturas globales de 2022 en comparación con años dominados por El Niño o condiciones neutrales de El Niño-Oscilación del Sur.
No obstante, 2022 fue el año más cálido nunca registrado con condiciones de La Niña y superó el récord anterior de 2021. Con el resurgimiento de El Niño en 2023, se espera que las temperaturas promedio mundial de este año superen las observadas en 2022.
Los últimos ocho años (2015 a 2022) fueron los más cálidos registrados. La temperatura media anual de la superficie global ha aumentado a una tasa promedio de 0,08 a 0,09 grados por década desde 1880 y más del doble desde 1981.
La temperatura media anual global de la superficie del mar en 2022 igualó la de 2018 como la sexta más alta registrada, pero fue más baja que 2019 y 2020 debido en parte a La Niña de larga duración. El 58% de la superficie oceánica experimentó el año pasado al menos una ola de calor marina.
OLAS DE CALOR
Por otra parte, las olas de calor rompieron récords de temperatura en todo el planeta en 2022. En julio, una ola de calor de 14 días azotó Europa occidental. Una estación meteorológica en Inglaterra registró una temperatura de 40 grados por primera vez en la historia, más de 100 estaciones en Francia batieron récords históricos de temperaturas y observatorios en al menos otros seis países europeos establecieron récords de calor nunca antes medidos.
Las temperaturas extremadamente altas del verano en Europa provocaron un deshielo sin precedentes de los glaciares de los Alpes; más del 6% de su volumen se perdió en Suiza solo en 2022.
Además, el calor veraniego sin precedentes en Asia central y oriental, particularmente en la cuenca del río Yangtze, provocó una sequía devastadora que afectó a más de 38 millones de personas y causó una pérdida económica directa de 4.750 millones de dólares.
ÁRTICO Y TORMENTAS
El año pasado fue el quinto más cálido en el Ártico desde 1900 y resultó ser el noveno año consecutivo en que las anomalías de la temperatura de esa zona del planeta fueron mayores que las medias globales, lo que agudizó el proceso conocido como amplificación del Ártico, esto es, que esa zona se calienta más rápidamente que el resto del planeta.
Por último, el año pasado hubo 85 tormentas tropicales con nombre durante las temporadas de tormentas del hemisferio norte y sur, cerca del promedio de 87 entre 1991 y 2020. Tres ciclones tropicales alcanzaron una intensidad de categoría 5 en la escala de vientos de huracanes Saffir-Simpson.
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