BERLÍN, 3 (DPA/EP)
El Gobierno de Alemania ha prolongado por última vez la misión militar de las Fuerzas Armadas en Malí hasta el 31 de mayo de 2024, fecha a partir de la cual Berlín retirará sus tropas del país africano.
La decisión del Ejecutivo tiene que ser aún ratificada por el Parlamento –donde la coalición tripartita cuenta con mayoría–, si bien todo apunta a que Berlín pondrá punto final a su mayor despliegue militar en el extranjero.
La misión de la Bundeswerh (Fuerzas Armadas alemanas) en Malí está compuesta por unos 1.100 miembros y opera en territorio del país africano desde hace casi once años. Berlín ha reconocido querer reorientar su compromiso de seguridad en la región del Sahel.
Así, su principal objetivo es intensificar el apoyo civil y la cooperación en el sector de la seguridad concentrándose en países como Níger, Mauritania y los Estados del golfo de Guinea. De hecho, la Bundeswehr continúa formando soldados en territorio nigerino.
“La reciente escalada en Sudán nos ha mostrado cómo de repente la inestabilidad de un país puede convertirse en una amenaza existencial para la vida de nuestros nacionales”, ha manifestado el ministro de Defensa, Boris Pistorius.
“De manera crucial, a través de nuestro compromiso en el Sahel, seguimos alentando y promoviendo la creciente apropiación por parte de los africanos de la seguridad y la estabilidad en su propio continente”, ha añadido.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ha advertido de que cuando los países del Sahel “se desintegran”, el “temblor” también se siente en Europa. “Seguiremos comprometidos con la población de la región en el futuro, civil y militarmente”, ha asegurado.
Desde mediados de 2013, la Bundeswehr participa en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) para tratar de estabilizar un país caído en manos del terroristas islamistas en 2012.
En el campamento de los ‘cascos azules’ alemanes ya han comenzado los preparativos para la retirada, para la que serán necesarios 1.600 contenedores marítimos para traer material y armas de vuelta al país europeo.
La misión militar en Malí se ha visto obstaculizada en repetidas ocasiones por la junta militar gobernante, considerada próxima a Rusia.
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