MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La socimi TuTechô, dedicada al alquiler de vivienda asequible para personas sin hogar, pretende repetir la inversión del año pasado y destinar unos 20 millones de euros para adquirir más de 135 viviendas.
TuTechô lleva apenas tres años de andadura en los que ha acumulado una cartera de 360 inmuebles, cotiza en BME Growth desde abril de 2024 y tiene un capital social de 42 millones. Con el impulso de accionistas como Azora, Cosentino, la familia Hernández (Ebro Foods), Jesús Olmos (Asterion) u Omega Capital -el ‘family office’ de Alicia Koplowitz- ha conseguido convertirse en una poderosa herramienta para dotar a la ONG de armas para erradicar el sinhogarismo.
Tal y como explica la CEO de la socimi, Blanca Hernández, en una entrevista con Servimedia, esta iniciativa nace del éxito del modelo ‘housing first’ y de las múltiples historias de personas sin hogar que salieron de la calle gracias a la combinación de vivienda y el acompañamiento con un itinerario de inserción. “Calculamos que hay cerca de 30.000 personas sin hogar en España”, asegura Hernández, quien afirma que una persona sin hogar no es solamente la que duerme al raso, sino también aquellos menores que se ven forzados a salir de un centro de acogida al cumplir los 18 años, los refugiados o los que viven en infraviviendas, asentamientos o pisos patera.
Ante esta evidencia y dados los impedimentos que tienen las ONG a la hora de adquirir vivienda -ya sea por las reticencias de los propietarios o por los altos precios del mercado libre-, desde TuTechô decidieron dotar de una solución “estable, empresarial y a largo plazo” que ayudar a todas estas ONG, motivo por el cuál constituyeron una socimi. “Buscábamos dotar de una herramienta viable, que se mantenga sola, que se pueda escalar y que solucione problemas en el largo plazo”, indica Hernández, quien destaca que las socimi son un vehículo “riguroso, regulado, muy auditado, beneficioso fiscalmente y que da certeza al inversor”.
Gracias a esta iniciativa han conseguido atraer a grandes inversores como Azora, CBRE, Alquiler Seguro o Renta 4. “Tenemos la ventaja que cada una de estas empresas nos ayuda con lo que hacen ellos en su día a día, gracias a esto hemos conseguido que sea rentable desde el primer día”, afirma Hernández, quien está al frente de una iniciativa que ayuda a más de 70 entidades sociales, entre las que se encuentran entidades religiosas, asociaciones que ayudan al sinhogarismo y entidades de apoyo a personas con discapacidad.
300 PERSONAS SE HAN INTEGRADO TRAS PASAR POR TUTECHÔ
Todo esto se materializa en un parque de viviendas cuyo alquiler mensual es un 30% inferior al de mercado y por las que han pasado más de 1.600 personas. “De estas 1.600, 300 ya han abandonado este tipo de recursos porque se han integrado completamente con un trabajo y recursos estables. Además, más de 200 niños viven en estas viviendas, lo que evita que tengan que acudir a los servicios sociales y garantiza su escolarización”, explica.
Para este año, la socimi aspira a “repetir la inversión del año pasado, unos 20 millones de euros” y su meta es llegar a un capital de 100 millones. “Teniendo en cuenta que cada vivienda que adquirimos nos cuesta, de media, unos 130.000 euros, vamos a adquirir más de 135 viviendas”, pormenoriza la CEO, quien indica que se van a lanzar próximamente a más promociones de obra nueva y anuncia que van a construir en Sevilla 22 viviendas bajo la modalidad de ‘coliving’ gracias a un suelo donado por Inmobiliaria del Sur.
Sobre las viviendas, explica que están actuando en tres focos: grandes ciudades, en las que existen grandes bolsas de pobreza; España vaciada, que concentra prácticamente la mitad de la vivienda vacía, y los asentamientos improvisados en los que viven miles de temporeros en la zona de Almería. “Nuestro foco principal está en la vivienda de segunda mano, ya que además de dotar de soluciones habitacionales dinamizamos los barrios y supone una disuasión contra fenómenos como la okupación, pero en el caso de Níjar, sin alternativas y con 4.000 personas viviendo bajo plásticos, decidimos impulsar una promoción de obra nueva”, puntualiza.
DIVIDENDO DEL 2-3%
“Nosotros ofrecemos a los inversores dos rentabilidades, una social y otra económica. Respecto a esta última, nosotros dotamos de un vehículo que invierte en un valor refugio como es la vivienda y con un instrumento que aspira a dar un dividendo de entre el 2% y el 3%”, detalla Hernández, quien destaca que más del 50% de los inversores están renunciando a este dividendo para donarlo a la Fundación TuTechô. “Cuanto mayor es la socimi, mayor es la fundación”, recalca.
Respecto a la cotización en el mercado Growth, Hernández subraya que la gran ventaja es hacer visible la importancia de la inversión social de impacto. “Solo con filantropía no vamos a solucionar ni la pobreza ni los problemas del mundo, hacen falta soluciones empresariales” y “estar en este índice ayuda a democratizar este tipo de inversión y nos ayuda a crecer”. Asimismo, destaca que la empresa se mueve todos los días en BME. “Hay días que, aunque sean cinco euros de un pequeño inversor, se mueve”, asegura.
SEGURIDAD JURÍDICA
Por otra parte, preguntada por la medida anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de mantener la fiscalidad positiva para las socimi que se dediquen a vivienda en régimen de alquiler asequible, Hernández asegura que “nunca es positivo” un cambio en las reglas del juego, pues esto desincentiva la inversión y aumenta la inseguridad jurídica. “Hay que ser muy cuidadosos, la seguridad jurídica es importantísima para crear riqueza y atraer inversión. Lo peor es que ya está generada la incertidumbre cuando al final igual queda en nada”, lamenta.
Además, asegura que este cambio, que no se ha aprobado, hubiese “matado” a la socimi sociales. En su lugar, reclama a la administración medidas para popularizar la inversión social de impacto y otras como no pagar IBI, poder bonificarse el IRPF hasta el 95% o tener prioridad en el caso de ventas de viviendas de protección oficial. “Esto ayudaría a poner los alquileres aún más bajos”, asegura Hernández, quien lamenta que los inversores que optan por esta modalidad no tienen ninguna ventaja fiscal.
Por último, advierte sobre la “reducción drástica” de la oferta de alquiler. “Tendríamos que analizar qué ha pasado con la oferta del alquiler y por qué ha descendido. Por supuesto que las socimi ayudarían a que aflorase más vivienda en alquiler”, sostiene.
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