Descartan su uso para la deshabituación tabáquica ya que “no elimina la deshabituación del hábito de fumar”
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) reclama a las autoridades una legislación más estricta para frenar el consumo de cigarrillos electrónicos o vapeadores, ya que se han convertido en una puerta de entrada al consumo de tabaco y su uso está muy extendido entre niños y adolescentes.
“Las nuevas formas de consumo, como los vapeadores, lejos de servir para la deshabituación tabáquica (eficacia que no ha logrado ser demostrada) sirven como una puerta de entrada para iniciar patrones de consumo que estén vinculados a los productos de tabaco para luego facilitar el paso a los productos con nicotina. Por ello, la ley debe endurecerse”, indica la doctora Ana Sánchez-Prieto, presidenta del comité de prevención del tabaquismo de la SEORL-CCC.
Esta petición, que coincide con el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este 31 de mayo, viene respaldada por las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, donde se señala que un 40,5 por ciento de los adolescentes entre 14 y 18 años ha consumido cachimba y alrededor de un 25 por ciento ha consumido tabaco en el último mes, siendo más frecuente éste entre mujeres.
Si hablamos de los últimos 12 meses asciende a un 34 por ciento en mujeres y 27,3 por ciento en hombres. Entre los estudiantes que ha fumado alguna vez 8 de cada 10 han consumido cigarrillos electrónicos(CE). En cambio entre lo que no han fumado nunca 2 de cada 10 han consumido cigarrillos electrónicos.
“Entre los jóvenes está extendida la idea de que el vapeo permite tener más amigos, sentirse mejor y más cómodos durante la socialización. Su consumo por diversión, relajación o placer es el más prevalente”, añade la doctora Sánchez-Prieto.
Además, los niños y adolescentes no son conscientes de los riesgos que implican los vapeadores. Un estudio reciente indica que los adolescentes tenían ideas erróneas sobre los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina y sobre el hecho de que sean menos adictivos que otros productos del tabaco.
La edad de inicio de consumo de este tipo de dispositivos es más temprana que la de los cigarrillos convencionales. El hecho de que el consumo entre jóvenes haya aumentado exponencialmente facilita la perpetuación del consumo durante más años y aumenta el riesgo de cáncer en la mediana edad. “Los fumadores de CE tienen el doble de probabilidades de acabar fumando tabaco convencional que aquellos que no los fuman”, comenta la doctora Sánchez-Prieto.
Tampoco debe considerarse el consumo de cigarrillos electrónicos como una terapia de deshabituación tabáquica ya que “no elimina la deshabituación del hábito de fumar”. “Los cigarrillos electrónicos no deben considerarse seguros. Pese a que los CE contienen menos sustancias tóxicas que los convencionales, los estudios que evalúan si son menos dañinos siguen siendo no concluyentes. De hecho, ningún dispositivo electrónico de este tipo ha sido aprobado por FDA como una ayuda en la deshabituación. Por ello tampoco son aconsejados como una herramienta eficaz para la deshabituación en pacientes con cáncer”, añade.
Los otorrinolaringólogos también advierten sobre los riesgos que suponen las cachimbas o shishas. “Su regulación difiere de la del tabaco. Pueden usarse con hierbas o con tabaco aromatizado que contiene las mismas sustancias que el tabaco incluso una mayor cantidad de CO. Esto provoca una disminución de la captación de O2 que provoca enfermedades respiratorias y cardíacas”, apunta esta especialista.
TABACO Y CÁNCER DE LARINGE
El tabaco provoca el 85% de los tumores de laringe. Uno de cada cinco casos de cáncer en Europa es atribuible al tabaco, advierte un estudio publicado en European Journal of Cancer lo que supone 750.000 tumores causado por el tabaco. De todos ellos, la mitad afectan al pulmón y un 15% están localizados en el área de cabeza y cuello, afectando sobre todo al labio, la cavidad oral, la faringe y la laringe.
“España tiene una de las tasas de incidencia de cáncer de laringe más alta del mundo debido al exceso en el consumo de tabaco. Existen registros de hasta 18 casos por cada 100.000 habitantes”, comenta el doctor Jon Alexander Sistiaga, presidente de la comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
El tabaco provoca el 25% de los tumores malignos e influye en al menos 18 tipos, entre los que se encuentran el cáncer de orofaringe, laringe, vejiga, riñón, páncreas, cérvix, pulmón, estómago, próstata, etc. Además, es el responsable del 80% de las muertes de cáncer de pulmón, y del 30% de las muertes por cáncer en general. Así, es la primera causa de muerte evitable en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
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