MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La Policía de Bolivia ha reforzado la seguridad en algunas de las principales zonas de La Paz, en especial en los alrededores de la plaza Murillo –en al que se produjo a finales de junio aquel conato de intento de golpe– ante la llegada en las próximas horas de la marcha con la que el expresidente Evo Morales ha recorrido el territorio en los últimos días.
“Estamos en estado de alerta para evitar cualquier tipo de confrontación, alteración de orden público o disturbios”, ha explicado el comandante de la Policía de La Paz, Edgar Cortez, ante la posibilidad de que se produzcan enfrentamientos entre partidarios de Morales y el Gobierno del presidente Luis Arce.
Está previsto que la marcha que lidera Morales, bajo el eslógan ‘Para salvar Bolivia’, llegue a La Paz sobre las 14:00 hora local, 20:00 en España peninsular, previo paso por El Alto, donde el expresidente ha ensalzado la determinación de los alteños para imponerse a “los abusos” del Gobierno.
Además de la Policía, las organizaciones civiles y sindicatos afines al Gobierno se han congregado también en las inmediaciones de plaza Murillo –centro político del país– para “resguardar” la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo
“Todas las organizaciones nos hemos trasladado hasta aquí para resguardar nuestra Casa Grande y vamos a hacer respetar nuestra Constitución para que no haya golpes, que están preparando en esa marcha”, ha dicho Lucio Quispe, dirigente campesino, según recoge el periódico ‘El Deber’.
Por su parte, el vicepresidente del Movimiento al Socialismo (MAS), Gerardo García, ha negado que la movilización tenga como objetivo llegar hasta la plaza Murillo, siendo las inmediaciones de la Cervecería Boliviana Nacional, en la cercana avenida Montes en la que tendrá lugar un acto.
La marcha liderada por Morales comenzó el pasado 17 de septiembre y después de siete días está previsto que llegue este lunes a La Paz. Los manifestantes protestan por la escasez de carburantes, la crisis económica y en favor de una candidatura del expresidente para 2025, tras su abrupta salida del poder en 2019.
Hasta el momento estas movilizaciones han transcurrido sin mayores sobresaltos tras los episodios de violencia del primer día, que dejaron un veintena de heridos, la mayoría de ellos agentes de las fuerzas de seguridad.
El domingo, el presidente Arce se dirigió a través de un mensaje televisado a Morales para sentarse a negociar una salida pacífica a esta nueva crisis. La Defensoría del Pueblo ha confirmado ya haber recibido respuesta por ambas partes para establecer “un espacio de diálogo” y de “resolución de conflictos”.
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