MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La secretaria general de Pesca, Isabel Artime, ha defendido que la pesca debe ser una actividad “ecológica, social y económicamente sostenible” y que debe ser llevada a cabo en caladeros y lugares tradicionales para conseguir “una mayor eficiencia energética, seguridad y confort”.
Así lo ha destacado en la jornada ‘El futuro en azul: realidades y oportunidades de la economía azul’ organizada este miércoles por la consultora especializada en el posicionamiento y la influencia de organizaciones y líderes, Thinking Heads, que se ha celebrado con el objetivo de debatir sobre cómo la economía azul promueve el crecimiento económico y en la que se han reunido diferentes expertos del sector pesquero y científico.
La responsable de Pesca en el Ministerio de Agricultura ha hecho hincapié en el papel de la pesca y la acuicultura comunitarias como sectores consolidados en la economía azul, al tiempo que ha insistido en la importancia de colaboración y cooperación de la ciencia y de la innovación. En ese sentido, ha subrayado que se “avance hacia artes más sostenibles” dando importancia al “buen ordenamiento de los espacios marinos”.
Para Artime, la forma de garantizar una pesca sostenible es “compatibilizando la aparición de actividades emergentes con el mantenimiento de la actividad pesquera y acuícolas sostenibles llevada a cabo en los caladeros y lugares tradicionales”, ha sostenido.
Por su parte, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha participado en el diálogo con la secretaria general y, en su intervención, ha destacado que la pesca es un sector “esencial y estratégico” en España, que produce la proteína animal “más saludable y con menor impacto de huella de carbono”. Para Garat, la pesca es una actividad “claramente” aliada contra el cambio climático.
También ha aprovechado para recordar los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que señalan que el 82,5% de las capturas desembarcadas en el mundo proceden de poblaciones de peces gestionadas de forma sostenible. Asimismo, ha citado otras estadísticas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) que indican que la flota pesquera mundial (4,1 millones de buques) representa entre el 0,1 y el 0,5% de las emisiones de CO2 globales y la flota europea, el 0,01%, datos que ha valorado como “una cantidad mínima”.
En ese sentido, ha recordado que la flota europea ha reducido sus emisiones en un 52% desde los años 90, siendo mucho más eficientes desde el punto de vista energético y ha pedido a los políticos que sean “conscientes” porque no existe una fuente de energía alternativa al gasoil. Por eso, ha hecho un llamamiento para fomentar desarrollo tecnológico, logístico y normativo.
ENCUESTA SOBRE LA ECONOMÍA AZUL
En el marco de esta jornada se ha realizado una encuesta a 455 personas durante el mes de mayo en un panel online, representativo de la población general española en género, edad y región, con un nivel de confianza del 95,5%. Las principales conclusiones, según ha detallado Thinking Heads, son que ocho de cada diez españoles desconocen aún qué es la economía azul pero el 46% de los encuestados consideran ‘muy importante’ la protección de mares y océanos.
La encuesta también ha desvelado la preocupación de la opinión pública en materia de proyectos sostenibles, ya que la mayoría de los participantes se muestra a favor de que la Administración facilite proyectos sostenibles. También consideran que la pesca responsable y el uso de energías limpias marinas deben ser medidas que las empresas adopten para salvaguardar los océanos.
LA IMPORTANCIA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SECTOR
La jornada ha contado con la participación de otros expertos del sector pesquero, empresarial y de la ciencia que han debatido acerca de la nueva narrativa y la transformación del sector pesquero que demanda la economía azul en los recintos fiscales. Para el delegado especial Zona Franca de Cádiz, Fran González, “la colaboración público-privada es fundamental” porque, según ha destacado, “permite a las empresas ser competitivas y ofrecer alternativas”.
Por su parte, el Blue Entrepeneur, Ignasi Ferrer; la oceanógrafa y ambientóloga, fundadora y CEO de Smart Blue Lab, María Gálvez; y el CEO de Ecoalf, Javier Goyeneche, han advertido de la “necesidad” de regenerar y recuperar los océanos. En su diálogo, han surgido ideas como la “gran oportunidad de generación de valor económico, social y ambiental” que tiene España en la economía azul. En ese sentido, han remarcado la oportunidad en el ámbito de la tecnología regenerativa, que presenta singulares oportunidades para el turismo, “permitiendo restaurar el valor de los servicios ecoturísticos de muchos destinos”.
“La tecnología y la ciencia hacen posible un desarrollo sostenible de la economía marina, en la que España es un líder mundial”, ha sentenciado Ignasi Ferrer. En otro punto, María Gálvez ha recordado que los océanos generan el 50% del oxígeno y albergan el 80% de la vida, por lo que se necesita “optimismo y acción colaborativa en el sector pesquero”, ha demandado, al tiempo que ha instado a las empresas a realizar un acompañamiento en “proyectos de digitalización y financiación pública”.
Asimismo, el CEO de Ecoalf, Javier Goyeneche, ha aclarado la relación de su empresa con el sector pesquero, que ha calificado como “muy colaborativa”, ya que según ha explicado trabajan con 6.000 pescadores de los cuales 4.000 son españoles y que colaboran de forma voluntaria a pesar de no ser los responsables de la contaminación.
Por último, el Head of Faculty en School of Science and Technology, IE University y CEO de Canonical Green, David Gómez-Ullate, ha desarrollado algunos de los proyectos que ha dirigido personalmente en los que la inteligencia artificial y la ciencia de datos ha sido aplicadas en el sector marítimo y pesquero. Los resultados compartidos por Gómez-Ullate muestran que ambos sectores presentan grandes oportunidades para mejorar en su eficiencia y sostenibilidad gracias a un uso de tecnología más avanzada.
En concreto, su proyecto ‘Green Navigation’ puede conseguir ahorros del 5-10% en combustible para el transporte marítimo gracias a una mejor elección de rutas que tengan en cuenta corrientes marinas, viento y oleaje. “Esto ayudará a la descarbonización del sector, sometido a una fuerte presión regulatoria para reducir emisiones, así como a mejorar la seguridad del trayecto”, ha sentenciado.
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