MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Grupos de la resistencia birmana que luchan contra los militares de la junta que gobierna el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021 han anunciado haberse hecho con ocho localidades que se encontraban en manos del Ejército en el estado de Shan, en el norte de Birmania.
La Alianza de la Hermandad, formada por el Ejército de Arakán, el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania y el Ejército de Liberación Nacional Taang, ha indicado que ha logrado hacerse con el control, además, de 150 posiciones de la junta en el marco de la llamada ‘Operación 1027’, puesta en marcha el 27 de octubre.
Este mismo jueves, el portavoz de la Unión Nacional Karen (KNU), que opera en el este del país, al sur del estado de Shan, ha señalado que estas operaciones han cobrado impulso recientemente, lo que apunta al “fin del régimen militar”.
“En todas partes, el régimen sufre derrotas y ha perdido mucho territorio. Los soldados de la junta están desmoralizados y se rinden fácilmente. El régimen ha perdido territorio y rutas comerciales, lo que le ha dado fuerza revolucionaria”, ha indicado Padoh Saw Taw Nee en declaraciones al portal de noticias Irrawaddy.
Así, ha explicado que la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas ha disminuido notablemente desde el golpe de 2021. “En septiembre habíamos registrado 11.608 enfrentamientos entre nuestras fuerzas y la junta. Hemos matado a unos 10.741 soldados y herido a 7.779, es decir, 18.520 en total”, ha aseverado.
En este sentido, ha puntualizado que el Ejército no dispone de recursos suficientes para enviar refuerzos a las zonas del norte del país donde se está registrando un aumento de los enfrentamientos. “No hay refuerzos disponibles para que el retomen las ciudades que han perdido en el norte del estado de Shan”, ha aseverado. “Están utilizando personal de unidades de apoyo al combate e incluso bomberos. La capacidad de combate del régimen se ha derrumbado”, ha sostenido.
Este mismo jueves, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado de que ya son más de 200.000 las personas que se han visto obligadas a desplazarse ante un repunte de las operaciones por parte de los rebeldes en varios puntos del país.
Muchos de los desplazados se han trasladado a las zonas fronterizas con China, en el este, y con India, en el oeste del país asiático. Más de 2 millones de personas se encuentran desplazadas a nivel interno y necesitan refugio seguro y alimentos básicos, ha señalado la OCHA en un comunicado.
“El bloqueo de las rutas de transporte, la interrupción de los servicios de telecomunicaciones, el cierre de aeropuertos clave y la reciente imposición de la ley marcial en municipios de varios estados están dificultando el acceso de la ayuda humanitaria”, ha denunciado la organización.
No obstante, ha aseverado que a pesar de estos problemas, los socios humanitarios siguen proporcionando ayuda vital a los civiles en el norte de Shan, incluyendo dinero en efectivo, alimentos y otros artículos.
En el noroeste y sureste del país, la OCHA está “evaluando las crecientes necesidades y preparándose para responder, pero se necesitan fondos adicionales y un acceso humanitario sin obstáculos”, ha recalcado.
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