MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
La Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha demandado una cría controlada y tenencia responsable para conservar las funciones, temperamento y características de las distintas razas caninas tras sucesos de ataques con resultado de muerte en a sendas mujeres en Zamora y Murcia en los últimos días.
En una rueda de prensa celebrada este martes en la sede de la RSCE en Madrid, su presidente, José Miguel Doval, ha calificado los recientes ataques como “situaciones excepcionales” y ha insistido en que la cría responsable permite tener animales cuyo comportamiento es predecible, porque “muchos de estos casos suelen ocurrir por la cría incontrolada”.
De este modo, la Organización Canina Mundial (FCI) establece un sistema de cría que reconoce alrededor de 400 razas que siguen los mismos criterios como su funcionalidad, morfología y salud, según ha explicado el presidente de la FCI, Tamas Yakkel.
Estas pautas aportan “predictibilidad y confianza”, ya que permite al dueño conocer cómo será su perro tanto física como mentalmente cuando crezca, al tiempo que se minimiza una de las principales causas de abandono que, según Yakkel, es una muestra de la importancia del trabajo de los criadores responsables.
En este sentido, ambos han criticado la cría incontrolada o “de patio trasero” así como las granjas de cachorros, que tienen como único fin “la producción rentable de cachorros y su beneficio”, lo que facilita la cría de perros enfermos y que se extiendan los problemas de salud y temperamento.
Además, Yakkel ha recordado la importancia de diferenciar aquellos perros con pedigrí de los que son similares pero que no son de raza debido a que las estadísticas de salud y bienestar de estos animales incluyen tanto a los canes de raza como aquellos que no lo son.
Según explica, esto se debe a que el veterinario o la protectora son quienes determinan el tipo de perro basado en su aspecto, por lo que la FCI ha solicitado que sólo se registre a aquellos canes de los que se pueda realmente determinar su raza.
“Los esfuerzos de los criadores de estas organizaciones para reducir problemas de salud o comportamiento se ven perjudicadas por la labor de otras personas que crían fuera del sistema ya que todo se mete en el mismo saco”, ha criticado Yakkel.
Por su parte, Doval ha instado a la moderación cuando se habla de raza, ya que ya que el hecho de que los perros sean similares a una raza concreta “hace que el estigma se expanda a la raza en particular”.
Para ello ha puesto de manifiesto el ejemplo el suceso de Zamora, ya que el can era similar al mastín español. “Este tipo de perro es una de las razas más nobles, por lo que es la persona la que busca ese tipo de carácter, lo promociona y permite eso en sus perros”.
Así, Yakkel ha manifestado que “no existen razas malas, sino una mala combinación entre el perro y el humano”, al tiempo que ha alabado la labor de los criaderos registrados, “cuya labor es la de escoger el perro adecuado para la persona adecuada”.
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